Olvídate del Waze o del Google Maps. Los sistemas de ubicación para viajar van a cambiar para siempre con este nuevo sistema de navegación cuántica. Utiliza los mismos mecanismos de las brújulas, de orientación por los polos magnéticos de la Tierra, combinados con tecnologías actuales, dentro de la que se incluye la inteligencia artificial.
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Durante las últimas dos décadas, el GPS ha sido el estándar para la navegación y el posicionamiento. Desde aplicaciones en el celular hasta sistemas militares, su uso está en todos lados.
Pero, ¿qué pasa cuando las señales se pierden o son interferidas? Ahí es donde entra MagNav, el sistema de navegación cuántica desarrollado por la empresa australiana Q-CTRL, que promete cambiar las reglas del juego.
Lo mejor del sistema de MagNav es que no depende de satélites ni de señales externas. En lugar de eso, utiliza sensores cuánticos altamente sensibles para leer con precisión las variaciones del campo magnético terrestre.
Esa información, comparada con mapas preexistentes de anomalías magnéticas, permite determinar la posición exacta de un vehículo incluso en los entornos más desafiantes, como túneles, bosques densos o zonas con interferencias deliberadas.
Suena a ciencia ficción
Lo cierto es que ya está en pruebas reales. En ensayos aéreos, MagNav ha logrado niveles de precisión hasta 46 veces superiores a los sistemas de navegación inercial de grado estratégico. En términos concretos, eso significa que puede tener un margen de error de apenas 22 metros, sin necesidad de GPS.
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El potencial de esta tecnología va mucho más allá de los aviones. Drones, submarinos, vehículos autónomos e incluso aplicaciones móviles podrían beneficiarse en un futuro cercano.
Además, Q-CTRL ya colabora con el Departamento de Defensa de Australia para explorar su uso en entornos militares, donde la precisión y la resistencia a sabotajes tecnológicos son vitales.
Este avance no solo representa un salto tecnológico, sino también una capa extra de seguridad y autonomía en un mundo cada vez más dependiente de la conectividad.