Si pensabas que la NASA tenía a sus astronautas en un entorno hiperlimpio, libre de gérmenes y perfectamente esterilizado, pues sí… pero eso podría ser parte del problema.
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Un estudio reciente sugiere que la Estación Espacial Internacional (ISS) es demasiado limpia, y eso podría estar afectando la salud de los astronautas. Suena raro, pero piensa en esto: nuestro sistema inmunológico está acostumbrado a vivir rodeado de microbios.
En la Tierra, estamos en contacto con bacterias todo el tiempo, pero en el espacio, los astronautas viven en un ambiente casi estéril. ¿El resultado? Más alergias, sarpullidos y un sistema inmunológico que no sabe a qué enfrentarse.
¿El espacio es demasiado limpio? Pues sí.
Los investigadores tomaron 803 muestras de distintas superficies dentro de la ISS y descubrieron que la única fuente de bacterias son los propios astronautas. No hay tierra, plantas, ni aire fresco trayendo microbios saludables.
Básicamente, es como vivir en una burbuja, pero en lugar de protegerlos, podría estar debilitándolos.
Cada rincón de la ISS tiene sus propios microbios (y algunos son un poco obvios)
Al analizar las muestras, los científicos encontraron que cada módulo de la estación tiene una firma microbiana diferente.
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- El baño y el gimnasio 🏋️♂️🚽 → Bacterias de desechos humanos y sudor (¡sorpresa!).
- El comedor 🍽️ → Bacterias de la boca y restos de comida (porque los astronautas también hablan y escupen microbios mientras comen).
- Cerca de la cinta de correr 👟 → Químicos industriales en la tela del suelo.
Básicamente, pueden saber qué pasa en cada parte de la ISS solo analizando las bacterias de las superficies. Sherlock Holmes estaría orgulloso.
¿Necesitamos ensuciar un poco el espacio?
No es que los astronautas deban dejar de limpiar y vivir como en un dormitorio universitario, pero quizás la solución no sea un ambiente ultraestéril, sino un poco más “natural”.
La idea es introducir algunos microbios buenos para que los astronautas no pierdan contacto con la diversidad bacteriana que tenemos en la Tierra. Algo así como tener una mini jungla de bacterias saludables en el espacio.
El futuro de las estaciones espaciales: menos “hospital”, más “naturaleza”
Los científicos sugieren que futuras estaciones espaciales podrían imitar mejor los entornos de la Tierra, incorporando bacterias beneficiosas en lugar de eliminarlas por completo.
También proponen organizar mejor los módulos, para que los gimnasios y baños no terminen contaminando las zonas de investigación. Porque, bueno… nadie quiere partículas del baño flotando en el laboratorio.
Un truco inesperado: monitorear la salud con muestras de superficies
Los investigadores descubrieron algo muy interesante: pueden detectar signos de enfermedades en los astronautas solo analizando las superficies de la ISS.
Esto significa que, en futuras misiones a Marte, los astronautas podrían monitorear su salud sin tener que pincharse o hacerse exámenes invasivos. Simplemente se analiza el ambiente y se detectan señales de que su sistema inmunológico está reaccionando a algo.
Entonces… el secreto para astronautas más sanos es un poco más de mugre
Sí, pasamos décadas tratando de eliminar cualquier rastro de bacterias en el espacio, pero este estudio dice que podríamos estar exagerando.
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Tal vez la clave para mantener sanos a los astronautas no sea hacer que las estaciones espaciales sean más estériles, sino más parecidas a la Tierra. Y si eso significa que los astronautas necesiten ensuciarse un poco más las manos… pues bienvenido sea.