La resurrección de Lázaro es uno de los milagros más reconocidos de Jesús de Nazaret para todo el cristianismo. Marca una época en la que el mesías de la religión católica llevaba el mensaje de Dios a todos los rincones posibles, a pesar de la resistencia del Imperio Romano. Precisamente en Roma se ha encontrado una pintura de hace 1.700 años, que muestra a Jesucristo sosteniendo un misterioso objeto en su mano derecha, mientras ejecutaba la revivificación del personaje bíblico.
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Ese misterioso objeto en la mano derecha de Jesucristo ha provocado un intenso debate entre la comunidad científica arqueológica y las autoridades teólogas del mundo, ya que algunos dicen que tenía una varita mágica y los religiosos aseguran que era un bastón.
En cualquiera de los casos, no quiere decir que Jesús de Nazaret fuese un mago de la época. El objeto en la mano de Jesucristo, en el caso de esta y otras pinturas, tiene que ver mucho más con cómo lo veían las civilizaciones de ese entonces.
De hecho, no es primera vez que Jesucristo aparece con una varita mágica en su mano realizando una de sus reconocidas acciones por la Biblia, la Iglesia Católica y el Cristianismo en general.
Una reseña de Daily Mail muestra que en la puerta de la iglesia de Santa Sabina, en Roma, se exhibe una talla que muestra a Jesús usando una varita para resucitar a Lázaro de entre los muertos y también para convertir el agua en vino. La talla fue creada en una puerta de madera en el año 432 d. C. y se exhibe en dicho recinto católico.
Los expertos explican que estas pinturas y esculturas habrían sido realizadas por personas no creyentes de la obra de Jesús como enviado de Dios a la Tierra, pero que al mismo tiempo reconocen al mesías como alguien fuera de serie. En pocas palabras, por sus acciones, era visto por algunos como un mago.