Arqueólogos e integrantes de la comunidad científica de Italia están sorprendidos por un hallazgo en las aguas del Lago de Bolsena, al norte del país. Investigadores que se sumergieron en el reservorio encontraron una estatuilla de unos 3.000 años de antigüedad, que aún tiene impregnadas las huellas de su escultor.
El lago de Bolsena está situado en la provincia de Viterbo, región de Lacio. Siempre ha destacado por ser una belleza natural y por contar con uno de los yacimientos arqueológicos subacuáticos más importantes de Italia y Europa, llamado Gran Carro.
El objetivo, como el de toda investigación científica, era encontrar algún objeto relacionado a los pueblos antiguos que habitaron el lugar. Sin embargo, no se imaginaron que encontrarían las huellas dactilares de una persona que habitó el mismo lugar, hace 3 mil años.
Una estatuilla con las huellas de su escultor
“Se ha recuperado una figura femenina de la zona de la residencia. Esta es una reencarnación excepcional, un unicum en este momento desde este importante contexto arqueológico que nos está dando aspectos de la vida cotidiana desde la primera Edad de Hierro”, dijeron en un comunicado, los integrantes del Soprintendenza Archeologia Belle Arti Paesaggio Etruria Meridionale.
Otra cosa especial de este artefacto, esbozada con arcilla poco cocida, es que es la representación de una mujer. Está moldeada con todos los elementos de lo que representa el cuerpo femenina.

De hecho, el equipo que la encontró, integrantes del Servicio de Arqueología Subacuática, y los que la analizaron para ponerla en un museo, integrantes de los restauradores subacuáticos de CSR Restauro Beni Culturali, detallaron que la pieza contenía las huellas de su escultor, que habrían quedado cuando la estaba moldeando.
“La figura recién esbozada, incluso en connotación femenina, está hecha de masa recién horneada, y aún muestra las marcas de las huellas dactilares del modelador”, añadieron en su comunicado.

Encontraron marcas que sugieren que la pieza fue lanzada al mar vestida, por lo que podría haber sido un juguete de una niña o una estatuilla realizada con fines espirituales, ya que la zona del lago de Bosena históricamente ha sido habitado por humanos.
“Su reencarnación en una zona residencial dentro de una de las estructuras que están siendo sacadas a la luz debe ser considerado como un tipo votivo, probablemente relacionado con algún tipo de ritual doméstico, como se atestiguó en épocas posteriores”, expresaron los arqueólogos.


