La Gran Muralla China forma parte de uno de los tesoros culturales de la humanidad. Su construcción abarcó varios siglos, lo que hizo que varias dinastías en diferentes periodos del tiempo, se confabularan para terminar esta mega obra de la ingeniería prehistórica de nuestra civilización.
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Sobre la Gran Muralla China siguen desarrollándose múltiples investigaciones, tanto de su construcción, sobre el uso que le daban en sus primeros tiempos. Un equipo de arqueólogos chinos realizaron un impresionante hallazgo de corte armamentístico y militar, a finales del 2023. En uno de los tramos que cruza Pekín, encontraron unas 59 bombas de piedra, que en su momento eran letales y efectivas para defenderse del enemigo.
La Gran Muralla China fue fabricada para proteger el territorio de las invasiones de las tribus nómadas del norte, como los Xiongnu y más tarde los mongoles. La muralla servía como una barrera física que dificultaba las incursiones y también permitía a los soldados chinos tener una posición elevada para defenderse.
Un estudio arqueológico llevado a cabo en 2012 por la Administración Estatal de Patrimonio Cultural de China determinó que la muralla tiene más de 21 mil kilómetros de longitud. Justo en la zona de Badaling, en Pekín, que es una de las más visitadas, los científicos encontraron las 59 bombas, que en teoría son de la dinastía Ming (1368-1644), época en la que se habría terminado de construir la Gran Muralla China.
“Tenían un gran poder explosivo y eran empleadas para la defensa contra los invasores. Estas armas eran fáciles de hacer y muy útiles para que los soldados se las lanzaran a los invasores desde lo alto de la muralla”, dijo el arqueólogo Ma Luwei, según el medio chino Global Times.
Bombas de Piedra en la Gran Muralla China
De acuerdo con los registros históricos, las bombas de piedra era una de las armas más utilizadas por el general de la dinastía Ming, Qi Jiguang. Se trata de bolas de roca huecas, para poder meter pólvora en su interior. Entonces, cuando eran lanzadas con catapultas, generaban un gran daño en las tropas de invasores que se acercaban a la Gran Muralla China.
“Estas piedras aparentemente anodinas tienen un agujero redondo en el centro para rellenos de pólvora. Después de llenarse, se pueden sellar y tirar, lo que no sólo puede golpear al enemigo sino también provocar una explosión para derrotarlo”, dijo el mismo arqueólogo en el medio antes citado.