Existe en el mundo una genuina incertidumbre por lo que sucederá en el futuro no tan lejano con el despliegue de sistemas de Inteligencia Artificial a lo largo del planeta. Plataformas como ChatGPT e instituciones como OpenAI han demostrado no ser las más transparentes de su sector y por lo mismo hay un cierto temor sobre lo que se podría hacer con estas plataformas. Pero parece que ahora un grupo de científicos quiere usar a la IA para una noble causa: encontrarle pareja a una planta que está sola en la Tierra, literalmente.
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En un esfuerzo por preservar una de las especies más amenazadas del planeta, los científicos están utilizando a la Inteligencia Artificial para encontrar una pareja femenina para la única planta macho conocida de Encephalartos woodii mejor conocida entre los especialistas de la botánica como E. woodii, apodada la “planta más solitaria del mundo”.
La Dra. Laura Ciniti, investigadora de la Universidad de Southampton, de acuerdo con un comunicado de la propia casa de estudios, lidera este proyecto innovador que combina el uso de drones así como la IA para explorar miles de acres de bosque en Sudáfrica en busca de una posible hembra extraviada de la E. woodii.
La Inteligencia Artificial al servicio del... ¿amor?
“La historia de la E. woodii me inspiró mucho; parece uno de esos cuentos clásicos de amor no correspondido. Tengo esperanza de que haya una hembra en algún lugar ahí fuera; al fin y al cabo, debió haber una en algún momento. Sería asombroso recuperar esta planta tan cercana a la extinción mediante reproducción natural”.
Es lo que relata la doctora Ciniti en declaraciones para la BBC de Londres, al compartir la magnitud con la que ha tomada su misión utilizando lo último en tecnología bajo la esperanza de dar con esa otra mitad que podría incluso ayudar a asegurar la existencia de esta especie a largo plazo.
La E. woodii, es una planta antigua que data de antes de los dinosaurios, por lo que se trata de un organismo extremadamente raro con este solo ejemplar macho conocido, descubierto en el bosque de Ngoye en en siglo XIX, allá por el año de 1895.
Debido a la ausencia de una hembra, la reproducción natural de esta especie obviamente es imposible. De hecho, todas las muestras propagadas a partir de la planta original son clones masculinos. Así que el equipo de investigación está utilizando drones para capturar imágenes del bosque con la finalidad de mapearlo en su totalidad.
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Cada retrato es analizado por un algoritmo de Inteligencia Artificial entrenado para reconocer la forma distintiva de la E. woodii para identificar las plantas por su forma. Esto se logró generando múltiples imágenes de plantas en diferentes entornos ecológicos para entrenar el modelo a reconocerlas.
La idea es que con ello la IA pueda ver planta por planta hasta dar con otra E. woodii, bajo la esperanza de que esta sea hembra. Pero el proyecto tomará algo de tiempo.
Los drones con IA van lentos
Hasta ahora, el proyecto ha cubierto menos del 2% de las 10,000 acres de bosque que componente la zona, encima, dentro de su plan de exploración integran una vasta área que nunca antes había sido explorada en profundidad para buscar hembras de E. woodii.
De modo que los científicos esperan que la Inteligencia Artificial pueda acelerar la búsqueda y aumentar las posibilidades de encontrar una pareja compatible para la planta más solitaria del mundo. Con ello se abriría una nueva era para la conservación de esta especie única.
Si la búsqueda tiene éxito, la unión de una hembra con el ejemplar macho podría permitir la reproducción natural de la E. woodii, evitando con ello su definitiva extinción. Mantengamos los dedos cruzados.
