Una prominente formación circular en el desierto del Sahara en Mauritania, conocida como el Ojo de África o Estructura de Richat, ha intrigado a la comunidad científica y atraído la atención desde las primeras misiones espaciales.
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Esta formación, que se asemeja a un ojo de buey gigante, ha sido objeto de diversas teorías sobre su origen a lo largo de los años.
Inicialmente, fue interpretada como un posible cráter de impacto de meteorito debido a su alta circularidad. Sin embargo, un nuevo artículo científico sugiere que es simplemente una elevación simétrica que ha quedado al descubierto por la erosión.
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La estructura tiene un diámetro de casi 30 millas y ha sido un punto de referencia para las tripulaciones de transbordadores. La Estructura de Richat data del período Neoproterozic, hace entre mil millones y 542 millones de años.
Aunque inicialmente se pensó que podría ser un cráter de impacto o incluso los restos de la Atlántida, ahora se cree que se formó por plegamiento, un proceso tectónico donde las fuerzas actúan desde ambos lados, comprimiendo la roca sedimentaria y creando un anticlinal simétrico.
Sin embargo, hay otras teorías. Un artículo de 2014 propone que la presencia de roca volcánica sugiere evidencia de roca fundida que fue empujada hacia la superficie, formando la estructura de cúpula antes de ser erosionada hasta formar los anillos que vemos hoy.
Se sugiere que la separación del supercontinente Pangea puede haber desempeñado un papel en estas formaciones volcánicas y cambios tectónicos.
A lo largo de los años, se han propuesto varias teorías, desde la Atlántida hasta un cráter de impacto, pero el consenso actual es que Richat se formó por procesos geológicos naturales, como el plegamiento y la actividad volcánica, seguido de la erosión que reveló las capas de roca en forma de cebolla.