Los viajes en el tiempo son una especie de realidad que vive en la fantasía de la ficción, que por décadas hemos visto en el cine. Sin embargo, hay teorías científicas que los avalan basados en modelos matemáticos y explicaciones a las paradojas existentes, con la intención de comprobar que en algún momento se podrá ir hacia el futuro o al pasado.
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Mirar hacia una galaxia que se encuentra a millones de años luz es una especie de viaje en el tiempo. Lo que se puede ver por medio de los telescopios quizás ya no existe o, tal vez, se encuentra en una forma diferente, ya que la luz que viajó hacia nosotros tardó tanto tiempo en llegar que fue una mirada muy diferente a su presente.
Pero eso no es lo que plantea el físico argentino Gustavo Esteban Romero, profesor de la UNLP e investigador del CONICET. El investigador habló con el Diario Clarín y La Vanguardia se hizo eco de sus declaraciones en las que propone que varios modelos podrían confirmar científicamente los viajes en el tiempo.
Romero deja en claro una cosa: no se puede viajar al pasado, pero es posible hacerlo hacia el futuro. Para comprobar su primera afirmación argumenta con la “paradoja del abuelo”.
“¿Qué pasa si viajo a una época antes de que mi abuelo concibiera a mi padre y lo mato? Mi padre no nacería y, por ende, yo tampoco. Es una inconsistencia. No puedo matar a mi abuelo porque, para que yo me suba a la máquina del tiempo, es necesario que no lo hubiera hecho”, relata Gustavo Romero.
No obstante, según su opinión basada en su análisis e investigación, sí se puede ir al futuro. “Lo podemos constatar, en principio, gracias a las partículas con las que trabajamos en los laboratorios”.
¿Cómo argumenta esto? Hablando del fenómeno de la simultaneidad de la relatividad
La Teoría Especial de la Relatividad integra este concepto en el que se explica como el tiempo transcurre de manera distinta entre un cuerpo en movimiento y uno en reposo.
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“Por ejemplo, si una partícula que tiene una vida media de una millonésima de segundo se está moviendo a una velocidad considerable, para nosotros puede llegar a vivir minutos. Es como si hubiera dos gemelos y uno de ellos se estuviera moviendo a gran velocidad. Ese gemelo podría llegar a conocer lo que pasa en el año 2100, por poner un ejemplo”, explica el físico argentino.
Este concepto tiene un ejemplo del que hemos hablado antes en Fayerwayer. Un astronauta que va a la ISS, regresa un tantito más joven cuando vuelve a la Tierra.
En este sentido, Gustavo Esteban Romero dice que “si uno pudiera dar unas vueltas alrededor de sus órbitas y regresar, va a notar que pasó mucho más tiempo que para alguien que continuó en la Tierra. Entonces, de alguna forma, hubo un viaje al futuro.
