La búsqueda incansable del elixir de la vida ha llevado a la humanidad a explorar diversas formas de combatir los efectos del envejecimiento. En esta incursión por la eterna juventud, los científicos de la Universidad de Edimburgo han recurrido a un aliado moderno: la inteligencia artificial (IA).
Estos investigadores han logrado un avance prometedor en la lucha contra el envejecimiento al desarrollar medicamentos que aprovechan la inteligencia artificial para eliminar de manera segura células senescentes. Estas células, que se acumulan con la edad, se consideran responsables de una serie de afecciones relacionadas con la edad, como el cáncer, el Alzheimer y problemas de visión y movilidad.
De acuerdo con Mirror, el método innovador que emplearon condujo al descubrimiento de tres sustancias químicas con propiedades senolíticas. Lo que hace que este avance sea aún más relevante es que estos compuestos se presentan como una alternativa mucho más asequible en comparación con los métodos de detección convencionales.
Hasta ahora, eliminar con seguridad las células senescentes había sido un desafío, ya que los medicamentos existentes tienden a ser altamente tóxicos para las células sanas del cuerpo.
La identificación de los fármacos
El equipo de investigación ha logrado identificar estos fármacos senolíticos seguros utilizando inteligencia artificial. Han desarrollado un modelo de aprendizaje automático que se entrenó para reconocer las características clave de los compuestos senolíticos, basándose en datos de más de 4,000 estructuras químicas obtenidas de estudios previos.

El resultado fue un conjunto de 21 moléculas que el modelo de inteligencia artificial calificó con una alta probabilidad de ser senolíticas y con potencial para ser sometidas a pruebas experimentales.
El Dr. Diego Oyarzun, de la Facultad de Informática y la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Edimburgo, destacó la eficacia de la inteligencia artificial en la identificación de nuevos candidatos a medicamentos, especialmente en las etapas iniciales del descubrimiento de fármacos y para enfermedades con una biología compleja o pocos objetivos moleculares conocidos.
Las pruebas de laboratorio en células humanas revelaron que tres de estos compuestos, denominados ginkgetina, periplocina y oleandrina, tenían la capacidad de eliminar células senescentes sin dañar las células sanas. Cabe destacar que estos tres compuestos son productos naturales que se encuentran en medicinas herbales tradicionales, lo que sugiere un enfoque menos invasivo para combatir el envejecimiento.
