Si el meteorito que extinguió a los dinosaurios y otras especies hubiera llegado solo medio minuto después justo al frente de la costa de México durante el Cretácico, habría golpeado en algún lugar del Atlántico o del Pacífico, por lo que los T-Rex y compañía fueran los dominantes de la Tierra y los humanos no existiríamos.
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Como explica un estudio citado en PopSci, en cualquiera de los océanos el impacto habría provocado algunas olas enormes y fatales, pero no habría matado a todos los dinosaurios.
Estos nuevos hallazgos salieron a la luz en un documental de la BBC, “El día que murieron los dinosaurios”. En 2016, los geofísicos Jo Morgan del Imperial College London y Sean Gulick de la Universidad de Texas perforaron profundamente el fondo del océano para descubrir más sobre el impacto.
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Los científicos han estado analizando las muestras que trajeron desde entonces. La Conferencia de Ciencia Lunar y Planetaria en marzo de 2017 contó con múltiples presentaciones del equipo, pero sorprendentemente, la noticia no se difundió realmente hasta que sus hallazgos llegaron a la televisión convencional.
Con dinosaurios, no existiríamos
Una de las principales teorías sobre la extinción masiva de los dinosaurios no aviares es que hubo al meno un evento de impacto masivo que provocó una serie de resultados catastróficos que devastaron la flora y la fauna más grandes. Pero sucedió hace 66 millones de años.
El cráter de Chicxulub frente a la costa de México data de esa misma época, por lo que las líneas de tiempo coinciden, pero aún son datos situacionales. Y la teoría del impacto no es la única que existe. No todos los paleontólogos están de acuerdo en que el cráter sea el responsable de la extinción masiva, aunque los datos apoyan firmemente la teoría del impacto.
Entonces, suponiendo que de hecho hubo un gran impacto que mató a la mayoría de los dinosaurios, el meteorito responsable golpeó cerca de la península de Yucatán, donde pudo levantar polvo de roca vaporizada y dióxido de azufre.
Muchos dinosaurios emplumados murieron por la fuerza explosiva del asteroide que se precipitaba hacia ellos, equivalente a unos diez mil millones de bombas nucleares del tamaño de Hiroshima, pero muchos de ellos también murieron más tarde.por el enfriamiento mundial causado por dióxido de azufre.
Afortunadamente la extinción masiva ocurrió, porque con los dinosaurios fuera de nuestro camino pudimos reproducirnos como especie. Con ellos, no existiríamos.