En medio del sureste del Océano Pacífico, la Isla de Pascua es el hogar de un tesoro natural que podría ayudar a salvar al polinizador más importante del mundo: las abejas. Las abejas de Rapa Nui están aisladas de todos los patógenos y pesticidas que asolan a la población mundial de abejas, y como resultado, producen la miel más pura del planeta.
Curiosamente, las pruebas han demostrado que las abejas de la Isla de Pascua carecen de consanguinidad con el resto de las abejas del mundo, lo que sugiere que los polinizadores aquí son realmente diferentes y algún día pueden convertirse en los salvadores de la especie.
No solo son las abejas de la Isla de Pascua las más sanas del mundo, sino que también son las más productivas. Debido al agradable clima de la isla, primaveral casi todo el año, las abejas permanecen activas durante todo el año, junto con la floración de las plantas.
De acuerdo con el informe de Oddity Central, las colonias de la isla producen entre 90 y 120 kilogramos de miel al año, en comparación con los 20 kilogramos producidos por colmenas de abejas de tamaño similar en cualquier otro lugar.
El análisis de los apicultores
Debido a la falta de enfermedades de las abejas en la Isla de Pascua, los apicultores no necesitan antibióticos de ningún tipo, y no hay riesgo de contaminación por pesticidas. Como resultado, la miel que se elabora aquí es considerada la más pura del mundo.

La miel rapanui, como a veces se le llama a este néctar, también tiene una consistencia más líquida que la miel común debido a la alta humedad. “Aquí los agricultores prácticamente no usan pesticidas, usan técnicas de cultivo ancestrales”, dijo el apicultor Rodrigo Labras.
“El agua también es completamente natural, recogida de la lluvia. Tienen fuentes de agua limpia por toda la isla. Pero lo principal es que a diferencia de las abejas en el mundo, no están asociadas a ningún tipo de enfermedad. Y por lo tanto no tenemos que aplicar ningún producto químico a la colmena ni a las abejas”.
Los apicultores de la Isla de Pascua de Chile son conscientes de la importancia de sus abejas y de cómo pueden convertirse en la salvación de la especie. Con colonias de abejas en todo el mundo que luchan por sobrevivir a graves amenazas como el envenenamiento por pesticidas, nuevas enfermedades y el cambio climático, las abejas de la Isla de Pascua son probablemente las únicas en el mundo que aún no se ven afectadas por estos problemas.

