Mucho se ha hablado sobre el desarrollo de la Inteligencia Artificial, destacando la capacidad de la máquina de reproducir, incluso mejorar, la labor de una persona. En este caso, resalta cómo un humano venció a un aparato… jugando Go.
Lo logró Kellin Pelrine, un jugador estadounidense, según explica Ars Technica, citando a Financial Times. “El triunfo (…) destacó una debilidad en los mejores programas informáticos de Go que comparten la mayoría de los sistemas de Inteligencia Artificial usados en la actualidad, incluido el chatbot ChatGPT”, indica el portal.
Go es un juego de estrategia de origen chino, creado hace más de 2.500 años. La dinámica consiste en ubicar, por turnos, piedras blancas y negras en las intersecciones del tablero: gana el que controle más del 50% del área del tablero.
Hay un precedente negativo para la humanidad en el juego contra las máquinas. Ocurrió en 2016, contra AlphaGo, un sistema creado por la empresa DeepMind, propiedad de Google. La IA derrotó al campeón mundial de Go, Lee Sedol, por cuatro juegos a uno.
Sedol se retiró tres años después, diciendo que “era una entidad que no se puede vencer”.
¿Cómo venció Kellin Pelrine a la Inteligencia Artificial en Go?
En el caso de Pelrine, jugó contra una Inteligencia Artificial similar a AlphaGo, creada por la firma FAR AI. Su estrategia, develaría luego, consistió en “unir lentamente un gran bucle de piedras para rodear a uno de los grupos de su oponente, mientras distraía a la IA con movimientos en otras esquinas del tablero”.
“El bot que juega al Go no notó su vulnerabilidad, incluso cuando el cerco estaba casi completo. Como humano, sería bastante fácil de detectar”, señaló Pelrine.
Pero no nos alegremos mucho: lo más probable es que, en base al entrenamiento, la máquina aprenda a evitar la jugada y posteriormente sea mucho más complicado derrotarla.
Adam Gleave, director ejecutivo de FAR AI, lo explicó posteriormente.
“Una razón probable es que la táctica explotada por Pelrine rara vez se usa, lo que significa que los sistemas de IA no habían sido entrenados en suficientes juegos similares para darse cuenta de que eran vulnerables”, indicó Gleave, citado por Ars Technica.
¿Volverá a ocurrir algo similar en el futuro?
