El desarrollo de la tecnología está alcanzando cotas nunca antes vistas. Como, por ejemplo, esta hada robot creada por científicos de la Universidad de Tampere, en Finlandia, bajo el nombre de proyecto FAIRY (Hada, en inglés).
FAIRY es el acrónimo de Flying Aero-robots based on Light Responsive Materials Assembly.
Es un robot volador que se basa en materiales sensibles a la luz: el aparato, hecho con polímeros, vuela con el viento y se controla con la luz.
Jianfeng Yang, Hang Zhang, Alex Berdin, Wenqi Hu y Hao Zeng son los investigadores que trabajan en el Proyecto FAIRY. Su estudio, titulado Ensamblaje de polímero disperso por el viento inspirado en el diente de león y controlado por luz, se publicó en la Wiley Online Library.
El resultado de las investigaciones
Los polímeros son, en sentido estricto, grandes moléculas compuestas por otras más pequeñas denominadas monómeros. Su capacidad de adaptación hace que se utilicen para crear robots de cuerpo blando, controlados de forma inalámbrica a pequeña escala.
Pero los científicos de FAIRY lograron que sean controlados por haces de luz, como un rayo láser o un LED.
“Creamos una estructura porosa basada en materia blanda, capaz de dispersión asistida por el viento y acción de despegue – aterrizaje bajo el control de un haz de luz”, señalan Yang y sus compañeros.
El diseño del hada robot se inspira en la semilla del diente de león, con alta porosidad, peso ligero y generación de anillos de vórtice separados bajo un flujo de viento constante.
“Los resultados ofrecen enfoques novedosos para dispositivos en miniatura controlados de forma inalámbrica, que pueden navegar pasivamente por un gran espacio aéreo”, subrayan los científicos.
¿Para qué serviría el hada robot del proyecto FAIRY?
¿Cuáles pueden ser los usos de FAIRY? De acuerdo con Hao Zeng, puede suponer “un paso importante hacia aplicaciones realistas adecuadas para la polinización artificial”.
Millones de semillas artificiales de diente de león, con polen, serían dispersadas por los vientos naturales y luego dirigidas por la luz hacia zonas específicas, como árboles que necesitan polinización, apunta el portal Europa Press.
“Esto tendría un enorme impacto en la agricultura mundial, ya que la pérdida de polinizadores debido al calentamiento global se ha convertido en una grave amenaza para la biodiversidad y la producción de alimentos”, señala Zeng.