El fin del mundo es materia de obsesión milenaria para la humanidad. Existen generaciones hombres de fe que se han obsesionado con el apocalipsis y la extinción de la humanidad. Pero lo que pocos esperan es ver a una entidad científica como la Agencia Espacial Europea (ESA) sobre ese tema.
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Pero la realidad es que nada escapa de la ciencia, incluso el fin de los tiempos y la agencia ha podido aplicar los conocimientos más avanzados en materia de exploración y estudio del espacio para calcular con relativa precisión cuando llegaría el fin para todos.
Y es que, para ellos, en sentido estricto, el fin de toda posibilidad de vida se encuentra estrechamente vinculada con la existencia del astro magno de nuestro sistema planetario: el Sol.
De modo que analizando a profundidad la salud y ciclo de vida actual de esta estrella incandescente sería entonces factible estimar el momento exacto de su muerte, y por lo tanto del colapso de todos los planetas que giran en torno a él.
El fin del mundo dependería de la vida del Sol y no es un astro recién nacido
La misión Gaia, comandada por la propia ESA, ha arrojado datos muy interesantes que han ayudado comprender mejor las cualidades y situación actual de este astro eje y el todo el Sistema Solar.
De modo que ahora, la Agencia Espacial Europea ha actualizado su sitio web oficial con una serie de datos interesantes en donde conocemos con mayor precisión la edad de Sol y por lo tanto el tiempo de vida restante antes del fin del mundo.
Según lo que marca la publicación, con datos de diversos especialistas, el Sol actualmente se encuentra en su fase de secuencia principal, esta etapa en donde el núcleo transforma el hidrógeno en helio, generando con ello alto brillo y calor.
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De modo que los cálculos de la sonda espacial Gaia de la ESA, estiman que dicha fase se presentaría cerca de los 4.500 millones de años, de modo que el periodo de vida total del Astro Rey sería de aproximadamente entre 10.000 y 11.000 millones de años.
Esto quiere decir que el Sol se encuentra en su exacta vida media, por lo que quedarían algunos cuantos miles de millones de años antes de llegar al final de su ciclo.
Al llegar a esa etapa final el Sol luego de elevar su temperatura se convertirá en una estrella roja gigante, elevando su temperatura a niveles mortales, para luego pasar a ser una simple y tenue enana blanca.
Será en ese lapso de transición que la Tierra se volverá un planeta absolutamente inhabitable para cualquier forma de vida conocida.
La buena noticia es que nadie que lea esto en 2022 vivirá para verlo.
