¿Te has puesto a pensar como sería la reconstrucción del mundo en el caso que ocurría una catástrofe natural o nuclear? Bueno, los noruegos sí lo han hecho.
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Desde el 2008 se inauguró un enorme almacén subterráneo con miles de semillas de plantas de cultivo de todo el mundo en la isla de Spitsbergen, en el archipiélago noruego de Svalbard, cerca de su capital, Longyearbyen.
La conocida “Bóveda del Fin del Mundo” cuenta con un área total de 1000 metros cuadrados, pero solo el vestíbulo de entrada de hormigón es visible en el exterior. La bóveda está situada en permafrost (la capa de suelo permanentemente congelado —pero no permanentemente cubierto de hielo o nieve), a una constante de 3-4 grados centígrados bajo cero.
¿Cómo es por dentro?
A pesar de que es un espacio de conocimiento público a cargo del Ministerio Noruego de Agricultura y Alimentos, sus espacios son un poco reservados debido a que pocas veces al año se abre para ingresar más semillas de todo el mundo.
En los videos a los que tuvieron acceso los medios de comunicación se puede apreciar como en sus áreas las semillas se empacan en bolsas selladas dentro de cajas selladas y se apilan en estantes altos en la bóveda.
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“Las nuevas semillas se llevan a la bóveda, empacadas en cajas que contienen cada una un máximo de 400 tipos de semillas. Las cajas están selladas por el banco de genes que deposita las semillas. Cada caja contiene hasta 400 muestras de semillas, y una muestra de semillas generalmente consta de alrededor de 500 semillas selladas en una bolsa de aluminio hermética. Svalbard Global Seed Vault tiene la capacidad de almacenar 4, 5 millones de tipos de semillas diferentes, por lo que puede contener duplicados de todos los tipos de semillas únicas que existen actualmente en los muchos bancos de genes de todo el mundo, y también podrá acomodar nuevos tipos de semillas recolectadas en el futuro”, así lo describe las autoridades noruegas.
Nuevas semillas
Euronews señaló que el pasado lunes 14 de abril, el Banco Mundial de Semillas recibió 22.000 nuevas muestras procedentes de distintos países. En la actualidad, se contabilizan unas reservas totales de 1.125.000 semillas, con casi 5.500 especies y 89 bancos de genes, de acuerdo a los datos oficiales de la organización.
El objetivo de la bóveda además de preservar la biodiversidad agrícola del planeta, también busca desarrollar nuevas variedades de cultivos.