Ciencia

Este pez dorado puede controlar su propia pecera e irse por donde quiera

La pecera es robótica, y reacciona al movimiento del pez dorado, luego de la labor de los investigadores de una universidad israelí.

Pez dorado

Denle las llaves al pez dorado y que él decida a dónde ir: científicos de una universidad israelí crearon una pecera robótica para que un pez dorado la pueda controlar por sí mismo.

Investigadores de la Universidad Ben-Gurion del Negev, en Israel, inventaron un tanque de agua sobre ruedas que responde a los movimientos de un pez dorado.

“La idea de que los peces naveguen por tierra parecía exactamente como el tipo de desafío imposible que nos gusta abordar”, manifestó Shachar Givon, uno de los científicos al frente del proyecto. “Por suerte para nosotros, no era tan imposible, después de todo”.

El experimento, como lo señala el portal Techeblog, está diseñado para ver si las habilidades de navegación de un pez son universales, independientemente de su entorno.


Es la llamada “metodología de transferencia de dominio”.

El tanque lleno de agua está sobre ruedas que se mueven según los movimientos y la orientación de los peces. Pero, ¿cómo lo hicieron?

  1. Los científicos conectaron un sistema de cámara al vehículo, que registra y traduce las direcciones de nado de los peces.
  2. Posteriormente, se le colocó un objetivo claramente visible en la pared opuesta al tanque.
  3. Luego de varios días de entrenamiento, el pez logró conducir el vehículo hacia distintos objetivos desde diferentes posiciones de partida en la habitación.

Incluso pudo hacerlo pese a ser interrumpido en el medio, intentando ser engañado por objetivos falsos puestos por los investigadores.

Los resultados de la investigación con el pez dorado y la pecera robótica

“El estudio sugiere que la capacidad de navegación es universal en lugar de específica para el medio ambiente”, indica Givon. “En segundo lugar, muestra que los peces de colores tienen la capacidad cognitiva de aprender una tarea compleja en un entorno completamente diferente al que desarrollaron”.

El pez dorado y su pecera robótica

“Como cualquiera que haya tratado de aprender a andar en bicicleta o conducir un automóvil sabe, es un desafío al principio”, reconoce el científico, estudiante de doctorado del Departamento de Ciencias de la Vida de la Facultad de Ciencias Naturales.

Junto con Givon trabajaron Matan Samina, Ohad Ben Schahar y Ronen Segev. Los resultados de la investigación se publicaron en la revista Behavioural Brain Research.

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