Ciencia

Las historias de 3 mujeres que deberían haber ganado un premio Nobel de Ciencias

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El premio Nobel es una tradición muy prestigiosa, pero eso no quiere decir que sea perfecta.

Se le puede criticar que las áreas a las que se entrega son limitadas, pero es así, porque respeta la voluntad de su fundador, Alfred Nobel, que estableció los cinco premios principales: Medicina, Física, Química, Literatura y de la Paz.

Pero algo que no tiene que ver directamente con la voluntad de Nobel, es la muy baja proporción de mujeres ganadoras. Este año entre los ganadores científicos no hubo una sola mujer.

Se entiende que los premios se otorgan por el mérito de las investigaciones y contribuciones, pero también es cierto que tenemos ejemplos de mujeres con suficientes méritos que fueron nominadas, pero al final no lo recibieron.

Lise Meitner

Lise nació en una familia judía en Viena, en 1878, de adulta se convirtió al cristianismo, pero esa no la salvó de la persecución nazi a los judíos en Alemania, donde desarrolló la mayor parte de su trabajo académico, hasta 1938, cuando tuvo que huir a Suecia.

Mientras estuvo en Berlín, trabajando en el Instituto Kaiser Wilhelm, colaboró con el químico nuclear Otto Hahn. Junto con él descubrió el elemento protactinio en 1918.

La colaboración de Meitner y Hahn fue larga y dio muchos frutos: 1938 descubrieron el proceso de fisión nuclear: la división de núcleos de átomos más pesados en otros más ligeros, que libera energía.

Hahn recibió de manera individual el Premio Nobel de Química en 1944. Y aunque ese año Lise no fue nominada específicamente, ella recibió un total de 48 nominaciones diferentes para premios Nobel de Física y Química, que nunca ganó.

Aunque recibió otros honores en vida, quizá el más notable llegó cuando ya había muerto: el elemento 109, que fue descubierto en 1982 fue nombrado meitnerio en su honor.

Marguerite Perey

Esta física francesa nacida en 1909, fue discípula de Marie Curie. En el Instituto del Radio (que luego cambiaría su nombre a Instituto Curie) trabajó de forma muy cercana a esta notable científica, que fue la primera mujer ganadora de un premio Nobel.

Con Marie aprendió las técnicas para aislar y purificar elementos radioactivos. Luego de que su mentora muriera, Marguerite continuó trabajando, y así en 1935 descubrió un nuevo elemento radioactivo, al que llamó francio.

A pesar de tener 5 nominaciones al Premio Nobel de Química, Perey nunca lo ganó. Pero tuvo otros honores: en 1962 se convirtió en la primera mujer en formar parte formalmente de la Academia de Ciencias de Francia.

Chien-Shiung Wu

Wu nació en China muy cerca de Shanghai en 1912, cuando era adolescente comenzó a interesarse en las ciencias: física, matemáticas y química. Estudió su doctorado en Física en la Universidad de California en Berkeley.

En EE. UU se destacó como física experimental: en 1956 desarrolló el experimento Wu, para determinar si la paridad, una de las partículas se conservaba o no en ciertas interacciones.

En 1957 dos compatriotas suyos, los físicos Chen Ning Yang y Tsung-Dao Lee, recibieron el premio Nobel de Física por desarrollar las “leyes de la paridad”, que se basaban en el experimento Wu.

Sin embargo Wu ni siquiera fue nominada. Aunque sí lo fue en otras 7 ocasiones a partir de 1958, en ninguna de ellas ganó.

Aunque sin duda los premios Nobel no son los únicos en su tipo y hay muchas formas de reconocer a las científicas destacadas, sería bueno que las historias de Meitner, Perey y Wu dejaran de ser lo común en los años por venir.

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