Ciencia

Día internacional del café: toda la química que hay dentro de una taza de esta popular bebida

Aunque no es la única, es una de las formas más populares de consumir cafeína

El café es una de las bebidas más populares del mundo. El agua y el té todavía los superan en consumo, pero el café no se queda tan atrás.

Esto es porque es en parte por su contenido de cafeína. Esta sustancia es un alcaloide que actúa como estimulante del sistema nervioso central. Lo que la convierte en la droga legal más consumida del mundo.

Por supuesto que el café no es la única forma de consumir cafeína: también se añade a bebidas energéticas, refrescos e incluso existe naturalmente en el té, que se obtiene de la planta Camellia sinensis y hasta en el chocolate, pues los granos de cacao también tienen cafeína.

Pero el café sigue siendo una de las formas más populares y extendidas en el mundo, de consumir esta sustancia psicoactiva. Quizá por eso es que incluso le dedicamos un día especial para celebrarlo.

Desde 2015, la Organización Internacional del Café, decidió que el 1 de octubre se dedicara a celebrar el Día internacional del café, para promover su comercio justo y por supuesto su consumo.

El café no es solo cafeína

Igual que casi todas las cosas que nos rodean, el café es una mezcla de muchas cosas. Eso puede quedarnos más o menos claro, pues cuando preparamos café usamos agua, además de los granos de café o el café soluble, y podemos añadir leche o azúcar.

Pero los mismos granos de café son una mezcla de muchas cosas: una parte de ellas es la cafeína, pero quizá pueda sorprendernos que no es la mayor parte.

El café se obtiene de las semillas de un tipo de plantas del género Coffea, de las que existen diferentes especies. De varias de ellas se pueden obtener diversos tipos de café.

Pero casi todas las semillas de los cafetos, como se llaman a los arbustos de estas plantas, tienen como máximo un 3% de cafeína.

Además contienen proteínas, grasas e incluso carbohidratos, principalmente en forma de fibra soluble, aunque también contienen algunos azúcares como la sacarosa.

Aunque el hecho de que la cafeína no sea el componente principal del café es bueno, pues esta sustancia en pequeñas cantidades funciona como estimulante, pero en cantidades mayores resulta tóxica.

Otras sustancias que hacen especial al café

Si bien el café nos gusta por el efecto estimulante que tiene sobre nuestro sistema nervioso, también nos encanta por su aroma y sabor. Esas características se deben a otras sustancias químicas que forman parte de los granos de café.

Así es, la cafeína y otras sustancias que forman a los granos del café que provienen de una planta son sustancias químicas: porque químico no es un antónimo de natural, pues además todo lo que nos rodea, natural o artificial está hecho de sustancias químicas.

Las sustancias químicas que dan aroma y sabor al café se modifican en los procesos de secado y tostado de los granos, pero muchas de ellas son diferentes dependiendo de la variedad de café.

Por ejemplo el café obtenido de las semillas de la Coffea canephora, también conocida como robusta, tienen más cafeína, que la Coffea arabica, que por su lado contiene más lípidos y azúcares que la robusta.

El café hecho con C. arabica, tiene un sabor más dulce no solo porque contiene más sacarosa, sino porque tiene compuestos como la sotolona y el furaneol que le dan un sabor a caramelo.

Por su parte el café que viene de la C. canephora, tiene un sabor un poco más fuerte y especiado, no solo porque tenga más cafeína, sino porque contiene pirazinas.

Así que ahora que saben un poco más de lo mucho que hay en su café, levanten su taza para brindar por esta bebida y por la química que la hace tan especial.

Tags

Lo Último


Te recomendamos