La clave no es “ganarle” a la IA, sino elegir trabajos donde el factor humano (criterio, diseño, ciencia dura y decisiones complejas) siga mandando.

Los servidores de Rainbow Six Siege se apagaron tras una brecha que no buscaba robar datos “a lo clásico”, sino secuestrar el corazón del juego.

El cerebro no guarda todo lo que vive una persona. Y no es (solo) por falta de espacio.

Aunque funcionaba dentro del tono de la saga, abrió una grieta que Dragon Ball Super explotaría después.

Australia ya activó su prohibición para menores de 16, y otros estados de EE. UU. han impulsado medidas parecidas.

Los chatbots no solo se equivocan: también rellenan huecos con citas que suenan perfectamente académicas, pero no existen.

Contratos que llegan tarde, retrabajos sin pago y derechos de autor que casi nunca se quedan en el estudio.

Tras más de dos décadas de “te aguantas o te haces otra cuenta”, Google empezó a desplegar una opción para cambiar la dirección @gmail.com

Gaming Copilot llegó a Windows como ese “amigo” que se mete en la partida sin que nadie lo invite.

El CEO de Tesla y SpaceX apuntó contra el formato más popular del momento: el video breve.