Ciencia

Reducir los azúcares en los alimentos procesados podría evitar miles de muertes

Es cierto que cada uno puede ser responsable de eso pero la industria de los alimentos puede echar una mano

Los azúcares, están presente en la mayoría de los alimentos procesados: incluso en algunos que podría parecer que no lo tienen, pues a veces se agregan para resaltar el sabor.

Esos “azúcares ocultos” pueden pasar desapercibidos para muchos de nosotros, pero lo que ha salido a la luz hace mucho, es que comer un exceso de este tipo de carbohidratos tiene repercusiones en nuestra salud a mediano y largo plazo.

Y no solo nos causan daños inmediatos: en nuestra dentadura por caries -que podemos evitar con una buena higiene dental-, sino que van más allá.

La Organización Mundial de la Salud lleva años señalando que un consumo excesivo de azúcares incide directamente en enfermedades como la obesidad y la diabetes.

Epidemia de azúcares

Así, desde hace algunos años tenemos una epidemia de sobrepeso y obesidad, tanto en adultos como en niños en muchos países del mundo, que no distingue condiciones sociales ni estatus económico. 

En algunos países se ha buscado alertar a la población con campañas que buscan fomentar una vida más saludable que incluya más ejercicio y un menor consumo de azúcares. Ya sea midiendo ese consumo o pidiendo que las personas eviten consumir alimentos procesados.

También se ha optado por advertir en las etiquetas de los alimentos o incluso poner impuestos a los alimentos azucarados. 

Pero por lo pronto nada de eso ha tenido un resultado contundente: seguimos viendo como suben las cifras no solo de obesidad, sino también de padecimientos asociados, como la diabetes y enfermedades del corazón.

Eso en parte porque sobre todo en entornos urbanos, las personas consumimos muchos alimentos procesados.

Y aunque no está mal que se continúe haciendo la advertencia de que contienen azúcares, quizá sea el momento de hacer algo diferente.

Un grupo de investigadores en nutrición y salud pública, hizo un estudio sobre el impacto de reducir directamente el azúcar añadido en alimentos y bebidas.

Cambiando la etiqueta desde el interior

“El azúcar es uno de los aditivos más obvios en los alimentos que podemos reducir a cantidades razonables”, dijo Dariush Mozaffarian, uno de los autores del estudio que se publicó recientemente en la revista médica especializada Circulation.

Lo que se hizo fue una microsimulación, tomando datos reales sobre el consumo de azúcar en EE. UU., y su asociación con enfermedades como la obesidad, diabetes y cardiopatías. 

Esos datos se ajustaron con modelos matemáticos para ver qué pasaba si los alimentos y bebidas se les añadían menos azúcares a los alimentos procesados.

Con una reducción del 20% del contenido de azúcar en alimentos procesados y del 40% en bebidas azucaradas habría una disminución considerable de problemas de salud graves.

Solo en EE. UU., habría 3 millones menos de enfermedades del corazón y se podrían prevenir 500,000 muertes por ellas. Además de 750,000 casos menos de diabetes.

Además, los sistemas de salud tendrían menos carga de atención, además de que podrían ahorrarse hasta 4 mil millones de dólares.

Nada mal por supuesto. Pero para lograrlo, los autores del estudio saben que se necesita el compromiso de la industria de los alimentos. 

Tal como comenta el Dr. Mozaffarian:

Nuestros hallazgos sugieren que es hora de implementar un programa nacional con objetivos voluntarios de reducción del azúcar, que pueden generar mejoras importantes en la salud, las disparidades en la salud y el gasto en atención médica en menos de una década”.

Pero mientras las industrias alimentarias deciden tomar ese camino, nosotros busquemos siempre las mejores alternativas para alimentarnos. Y que incluyan menos azúcares.

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