Ciencia

Hormigas construyen intrincados nidos subterráneos moviendo granos sueltos como los humanos juegan al Jenga

El descubrimiento podría ayudar a los humanos a construir robots para cavar túneles.

Las hormigas cavan sus intrincados nidos subterráneos a profundidades de hasta 25 pies bajo tierra de la misma manera que los humanos juegan al Jenga, según un estudio del Instituto de Tecnología de California (Caltech).

Los expertos crearon imágenes de rayos X de hormigas en la tierra mientras cavaban sus pequeños túneles y descubrieron que los insectos son eficientes a la hora de construir túneles en la tierra sin saber que lo son y por qué, y curiosamente, solo eliminan los granos sueltos que se pueden sacar sin que el túnel se derrumbe.

Esencialmente ciudades en miniatura, los nidos de hormigas, que pueden albergar millones de ellas y perdurar durante décadas, contienen túneles ramificados que unen varias cámaras especializadas, desde viveros para recién nacidas hasta espacios de «baños» para desechos. Su estrategia a lo Jenga sirve para alterar las fuerzas en el suelo circundante de tal manera que fortalece las paredes del túnel al mismo tiempo que facilita la remoción de granos al final.

¿Cómo puede ser beneficiosa esta habilidad de las hormigas para los humanos?

Los hallazgos de Caltech podrían algún día ayudarnos a construir robots capaces de cavar túneles de tamaño humano, dijo el equipo, como para minar o construir subterráneos.

En su estudio, el ingeniero mecánico José Andrade de Caltech y sus colegas se propusieron resolver la cuestión de si las hormigas cavan a ciegas cuando excavan sus nidos, o si sus acciones son más deliberadas.

Vi una foto de uno de estos túneles junto a una persona y pensé: ‘Dios mío, qué estructura tan fantástica’. Y me pregunté si las hormigas ‘saben’ cavar. No entrevistamos a ninguna hormiga para preguntarle si saben lo que están haciendo, pero comenzamos con la hipótesis de que cavan de manera deliberada”, explicó Andrade.

Sobre la teoría del accionar tipo Jenga, declaró: “Tuvimos la hipótesis de que tal vez las hormigas estaban jugando a Jenga”.

El equipo propuso que las hormigas excavadoras buscan granos sueltos de tierra que puedan eliminarse de manera segura, al igual que los jugadores de Jenga podrían buscar bloques sueltos que se puedan sacar de una torre de manera segura. En el estudio, los investigadores sospechaban que las hormigas podían sentir estas cadenas de fuerza y ​​evitaban cavar allí.

Los granos (o bloques de Jenga) que no se pueden quitar fácilmente son los que soportan el peso del material de arriba y son parte de las cadenas de fuerza de sus respectivas estructuras. “Pensamos que tal vez estaban extrayendo granos de tierra, y de esa manera podrían evaluar las fuerzas mecánicas sobre ellos”, explicaron.

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