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Juegos Olímpicos: ¿de qué materiales están hechas las medallas de Tokio 2020?

Por supuesto la respuesta más directa es: oro, plata y bronce, pero eso no contesta por completo la pregunta

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 serán recordados en los años por venir por muchas razones.

Serán los que se pospusieron un año, los que no tuvieron público en las gradas, los que se jugaron bajo la amenaza de la pandemia por coronavirus.

Pero también serán los que tuvieron por primera vez una competencia olímpica de skateboarding, y también las primeras con medallas hechas con materiales reciclados.

¿Quiere decir esto que las medallas de Tokio 2020 no son de oro, plata y bronce? 

Los atletas más laureados

Los Juegos Olímpicos modernos están inspirados en las antiguas festividades griegas de Zeus en Olimpia. 

Aunque incluían festejos religiosos, principalmente había actividades atléticas, como el pentatlón y algunas de combate como el pancracio: una combinación de boxeo antiguo y lucha cuerpo a cuerpo.

En esas competencias el máximo honor sin duda era ganar, pero los atletas además de conseguir la gloria olímpica recibían una corona triunfal.

Esas coronas estaban hechas con ramas de laurel y olivo, por eso se decía que los triunfadores eran laureados.

No fue hasta los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, que se empezaron a usar medallas metálicas para premiar a los ganadores.

Metales preciosos

En los Juegos Olímpicos de Atenas 1896 solo se entregaron medallas para el primero y el segundo lugar de las competencias. Al primer lugar se le dio una de plata, junto con un ramo de olivo y al segundo lugar una medalla de bronce y un ramo de laurel.

Las medallas para los tres primeros lugares, como las conocemos ahora -oro, plata y bronce-, se empezaron a entregar en EE. UU., en San Luis 1904.

Desde entonces hasta Estocolmo 1912, las medallas de primer lugar eran completamente de oro, pero a partir de Berlín 1916, las medallas de oro ya contenían otros metales.

Además de que las medallas de oro macizo son mucho más caras, el oro no solamente es un metal precioso, sino también uno muy blando: es mucho más fácil que las piezas de oro puro se doblen o sufran algún daño.

Aunque los diseños de las medallas pueden variar de un ciclo olímpico a otro, el Comité Olímpico Internacional marca unas características mínimas que deben tener las medallas en cuanto a dimensiones y composición.

Las medallas olímpicas deben tener un diámetro mínimo de 60 mm, un espesor mínimo de 3 mm. Si bien todas son de metales preciosos, contienen una mezcla de varios de ellos. 

Aunque parezca paradójico, la medalla de oro es principalmente de plata, de la más alta pureza, recubierta con al menos 6 gramos de oro.

La medalla de plata, se considera de “plata pura”, aunque en realidad la plata de más alta pureza contiene una pequeña fracción de otros metales, como el cobre.

El bronce en sí mismo ya es una aleación: su color rojizo se debe a que contiene alrededor de 95% de cobre y una pequeña cantidad de zinc.

Juegos Olímpicos del reciclaje

Los metales preciosos se llaman así por la apreciación que les hemos dado a los seres humanos, en parte por su belleza, en parte por su escasez.

Por esa razón los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, lanzó una campaña entre 2017 y 2019, para que la ciudadanía donara aparatos electrónicos: pues muchos de los componentes de los circuitos son de oro, plata o cobre.

Así, a partir de unas 80,000 toneladas de celulares, laptops y tablets, pudieron recuperar  32 kg de oro, 3,500 kg de plata, y 2,200 kg de bronce, para hacer las medallas ideadas por el diseñador japonés Junichi Kawanishi.

Esta, sin duda, será otra de las razones por las que guardaremos en la memoria estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

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