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Estudio científico encuentra que los exoesqueletos en realidad generan un mayor esfuerzo del cerebro

En lugar de ayudar, hacen que el cerebro haga trabajo adicional

Desde hace algún tiempo, con los avances tecnológicos de nuestra era, en muchas empresas comenzaron a aparecer los exoesqueletos. Estos son unos aparatos, instalados desde el pecho hasta la espalda que, en teoría, protege la postura de una persona, durante la ejecución de ciertas actividades. Por supuesto, que el levantamiento de objetos pesados es uno de sus principales focos. Sin embargo, un reciente estudio encuentra, curiosamente, más contras que pros. De esta manera leamos con atención lo que dicen estos científicos.

En primer lugar, según lo reseña Slash Gear, el estudio es obra de la Universidad Estatal de Ohio. Entonces, fuimos a su portal para ser espectadores en primera fila, sobre lo que dice este estudio. De entrada, cuando vemos un aparato que cuida, de la manera que lo hace el exoesqueleto, nuestra postura, es difícil pensar que pueda ser perjudicial. No obstante, los expertos realizaron experimentos y esto fue lo que encontraron.

Explican los autores de la Universidad Estatal de Ohio que los exoesqueletos son diseñados para aliviar el estrés lumbar. Y en realidad no niegan que eso suceda. Pero, al mismo tiempo, dicen que el hecho de que esté colocado ya compite con algunas funciones cerebrales, mientras un trabajador realiza su trabajo.

Y sí, cuando dicen compiten es de competir, de luchar, de ocupar la mente en una situación que antes no estaba allí. En su estudio, los investigadores encontraron que los trabajadores, mientras tenían el exoesqueleto puesto, pensaban en cada movimiento que iban a realizar. Entonces, esto genera que el cerebro piense de más. En pocas palabras, hace que el órgano pensante trabaje más de lo que debería. Y esta característica en particular ya hace que tire por el suelo lo que logra en la postura.

Los exoesqueletos son contraproducentes

Reseña el portal de la Universidad Estatal de Ohio que el estudio indica que los exoesqueletos pueden representar una carga suficiente para el cerebro como para negar los posibles beneficios para el cuerpo.

Dice William Marras, profesor de ingeniería en la casa de estudios mencionada y autor principal del estudio que los exoesqueletos son «casi como bailar con una pareja realmente mala».

Y además añade: «El exoesqueleto está tratando de anticipar tus movimientos, pero no va bien, así que luchas con el exoesqueleto, y eso causa este cambio en tu cerebro que cambia el reclutamiento muscular y podría causar fuerzas más altas en tu espalda baja, lo que podría conducir a dolor y posibles lesiones», según la publicación de la Universidad Estatal de Ohio.

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