Ciencia

Espacio: Hubble detecta vapor de agua en satélite de Júpiter

Ganímedes no solo es el satélite más grande del sistema solar, también tiene mucha agua

Júpiter es el planeta más grande de nuestro sistema solar, además de que tiene la tormenta más grande y con vientos más fuertes, así que tampoco extraña que también tenga el satélite más grande de todos los planetas.

Ganímedes es el más grande de los satélites de este gigante gaseoso: por eso junto con Ío, Europa y Calisto fue una de las primeras lunas descubierta en otro planeta.

Galileo Galilei fue el autor de ese descubrimiento, en 1610, por esa razón a los cuatro satélites mayores de este planeta se les llama también lunas galileanas.

Sin embargo, aunque son las más visibles, no son las únicas: a la fecha tenemos contabilizados casi 80 satélites atados a la gravedad de Júpiter.

Ganímedes se destaca entre ellos, no solo por su tamaño, sino por su campo magnético: una característica que no comparte con ningún otro satélite conocido. Y ahora sabemos que esa no es su única particularidad.

Ganímedes y Júpiter

Ganímedes es sin duda es un lugar peculiar del Universo: supera en tamaño al planeta más pequeño del Sistema Solar, Mercurio.

Desde que Galileo la observó por primera vez, como una «estrella» al lado de Júpiter, los astrónomos no han dejado de sorprenderse con esta enorme luna.

Así, ahora sabemos que su superficie es comparable a la de un planeta rocoso: está compuesta por silicatos.

Esa corteza parece estar dividida en placas tectónicas, como las que existen en nuestro propio planeta.

Desde hace décadas, el telescopio Hubble mostró lo que parecía ser un fenómeno similar al de las auroras polares de la Tierra.

Esa fue una evidencia que apunta que Ganímedes tiene un campo magnético permanente, y por lo tanto debe tener un núcleo compuesto por hierro.

Luna magnética y fría

Sobre esa superficie de silicatos, Ganímedes tiene una gran cantidad de agua, pero por su distancia al Sol, su temperatura superficial es de aproximadamente -150°C, por lo que está en forma de hielo.

Aunque se ha especulado de que debajo de ese manto de hielo podría existir un enorme cuerpo de agua salada en estado líquido.

Incluso, algunas observaciones anteriores habían mostrado que este satélite joviano podría contener incluso más agua que todos los océanos de la Tierra.

Aparentemente sólido y líquido no serían los únicos dos estados en que podría encontrarse el agua en ese lugar del sistema solar.

Agua sublime

El telescopio Hubble, que recientemente estuvo fuera de línea por algunas complicaciones con su computadora, ha estado observando Ganímedes desde hace varias décadas.

Por ejemplo, las auroras observadas hicieron evidente el campo magnético de este satélite, además de que dieron indicios de la presencia de oxígeno en su atmósfera.

Una revisión de los datos obtenidos por el telescopio Hubble entre 1998 y 2010 muestra que además de oxígeno molecular, hay vapor de agua.

Las conclusiones que se obtuvieron de esas observaciones, se publicaron recientemente en la revista especializada Nature Astronomy.

Los investigadores que hicieron el análisis, explican que aunque podríamos pensar que el vapor proviene de la evaporación del agua del enorme océano interior de Ganímedes, en realidad eso no es posible, dado que el agua líquida está en un lugar muy profundo.

La explicación más factible es que el vapor de agua proviene de la corteza de hielo de este satélite.

De ahí se desprende por sublimación: un proceso en el que un sólido pasa directamente al estado gaseoso.

Aunque la temperatura de la superficie es muy baja, varía a lo largo del día lo que hace que pueda ocurrir la sublimación.

Esto no solo nos muestra como es el sistema solar, sino que podría darnos pistas de cómo es que se forman ambientes habitables como el que tenemos ahora en la Tierra.

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