Ciencia

Ciencia: ¿cómo es posible que haya fuego en el mar?

Preguntarnos esto va más allá de la simple curiosidad de si sería posible, pues lo hemos visto recientemente

Fuego en el mar suena más a una línea de una canción o el título de una película de desastres, que a una descripción de una situación real.

Sin embargo desde el viernes pasado hemos visto una y otra vez las imágenes de eso precisamente: un círculo de fuego en el mar.

Esas llamas que parecían un portal al infierno, el lugar de salida de un monstruo colosal tipo Godzilla o el anuncio del Apocalipsis, provenían de una fuga que ocurrió en un gasoducto submarino, manejado por la compañía estatal mexicana Pemex.

Por supuesto podemos entender que si hay una fuga de gas eso cause un incendio, pero ¿por qué puede mantenerse el fuego encendido incluso en medio del mar?

El Golfo de México en llamas

La fuga de gas que ocasionó fuego en el mar, cuyas imágenes le dieron la vuelta al mundo, ocurrió en el gasoducto submarino Ku-Charly o Ku-C, que forma parte de las actividades de explotación del yacimiento Ku-Maloob-Zaap.

Este yacimiento que está bajo las aguas del Golfo de México, frente a la costa de Campeche, fue descubierto en 1979. 

Y desde que inició su producción en 1981, Ku-Maloob-Zaap representa uno de los sitios de producción más rentables de Pemex.

En su pico máximo de explotación producía 800,000 barriles diarios de petróleo y casi 8 millones de metros cúbicos de gas, aunque desde hace unos cinco años su producción es menor, pues se sabe que es un yacimiento que se está agotando.

Para extraer el gas y el petróleo desde los yacimientos submarinos se requiere por supuesto un gran despliegue de tecnología e ingeniería, que además debe funcionar bien bajo el agua.

Eso es una tarea complicada pues debe evitar todo tipo de fugas: por un lado para que no entre el agua a los ductos y por otro, para que no haya derrames de petróleo o fugas de gas.

Gas, agua, aire y fuego

Lo que pasó hace un par de días fue que hubo una fuga de gas en una de las líneas submarinas, que fue tan grande como para causar un incendio.

Aunque hasta ahora Pemex no ha dado una estimación de la cantidad de gas que se fugó, sin duda deben haber sido cientos de miles, sino es que millones, de metros cúbicos, para que fuera un incendio tan amplio y duradero como el que observamos.

Sabemos que el incendio estuvo activo al menos 5 horas, entre las 5 y las 10 horas de la mañana del viernes: eso quiere decir que durante ese tiempo hubo un flujo constante de gas hacia la superficie del mar.

Para que haya fuego necesitamos tres cosas: combustible, oxígeno y energía de activación para iniciar la reacción en cadena de un incendio.

En este caso, queda claro que la fuga de gas proporcionó una gran cantidad de combustible, y claro al subir a la superficie tuvo suficiente oxígeno que podía favorecer la combustión. Pero, ¿de dónde vino la energía que inició el fuego?

Las versiones oficiales indican que el fuego en el mar podría haber iniciado con una descarga de una tormenta eléctrica, pero en realidad dada la magnitud de la fuga, eso quizá ni siquiera fue necesario.

¿Cómo puede existir fuego en el mar?

Los hidrocarburos que forman el gas tienen algo que se llama temperatura de autoignición: una temperatura en la que pueden iniciar espontáneamente la combustión, así, sin más.

Afortunadamente en condiciones normales de presión, esas temperaturas son muy altas: por esa razón los tanques de gas en nuestras casas no se incendian espontáneamente.

Esto cambia al aumentar la presión: los hidrocarburos pueden incendiarse sin necesidad de estar a altas temperaturas. Y en una fuga, sobre todo en una muy grande, las presiones suelen ser muy altas.

He aquí todos los ingredientes de un incendio: grandes cantidades de combustible, a muy alta presión, con oxígeno suficiente para mantener la combustión.

Pero, ¿por qué el agua que rodeaba al incendio no lo apagaba?

El agua sirve para detener los incendios por dos razones: porque cuando la arrojamos sobre el fuego quita el oxígeno y así se detiene la combustión; y la otra es porque el agua es buena reteniendo calor.

En este caso el agua estaba debajo del incendio y por otro lado el flujo de gas fue tan grande durante tanto tiempo, que mantuvo las temperaturas en la zona del incendio muy altas, haciendo que el efecto del agua de absorber calor no fuera suficiente.

Pemex ha dicho que para controlar el incendio se cerraron las válvulas del ducto y también se inyectó nitrógeno: un gas que no es combustible ni mantiene la combustión.

Aunque afortunadamente no hubo personas heridas en este accidente, sin duda la quema descontrolada de combustibles, ocasionó emisiones contaminantes a la atmósfera.

Así que más allá de la terrible impresión que nos causó ver fuego en el mar, esto podría servir de llamada de atención para que, no solo como personas, sino como sociedad abandonemos por fin a los combustibles fósiles.

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