Ciencia

Científicos del MIT desarrollan un stent inspirado en un milenario arte japonés

El stent podría ser utilizado como guía para la aplicación de medicamentos en lugares de difícil acceso.

El arte de las manualidades sirviendo como herramienta para los avances tecnológicos no es algo nuevo para la ciencia. Sin embargo, no es usual presenciar este tipo de colaboraciones con frecuencia. De esta manera hoy podemos decir que la cultura le suma el aspecto principal a la reciente invención por parte de un grupo de expertos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), quienes construyeron un stent, inspirados en un arte milenario de la cultura oriental.

Con la invención del papel en China, durante los primeros siglos d.C en Japón se ha popularizado el kirigami. Se trata de un arte similar al origami que consiste en cortar y doblar papel con la intención de realizar formas con diferentes tipos de funciones.

Pero en este mencionado tipo de funciones, no se había registrado que se usara para crear estructuras tridimensionales que fueran a servir para la medicina. No obstante, los científicos del MIT desarrollaron su propio dispositivo innovador y quizás revolucionario para tratar ciertos tipos de condiciones.

Según lo reseña el portal del MIT el stent que desarrollaron sus expertos podría usarse para la administración de medicamentos al tracto intestinal, al respiratorio y quizás a otros órganos tubulares del cuerpo humano.

Característica del stent kirigami

Reseña el mismo sitio de la casa de estudios que el stent inspirado en el kirigami está recubierto de una capa de plástico extremadamente suave. Esta corteza exterior fue gravada con lo que ellos llaman «agujas», es decir una especie de mecanismo que surge cuando se estira el tubo. Entonces, esto permite que estas estructuras ingresen al tejido y así quede disponible para liberar una carga de micropartículas que contienen fármacos.

«Esos medicamentos se liberan durante un período prolongado de tiempo después de que se retira el stent», publican en la nota del MIT. El hecho de que logren focalizar tan exactamente un medicamento, mejora los canales para la administración de medicamentos a lugares difíciles de llegar.

En concreto, los primeros beneficiados que señala el estudio son para mejorar las enfermedades inflamatorias que afectan el tracto gastrointestinal. Específicamente la enfermedad inflamatoria intestinal o la esofagitis eosinofílica.

«Esta tecnología podría aplicarse en prácticamente cualquier órgano tubular. Tener la capacidad de administrar medicamentos localmente, con poca frecuencia, realmente maximiza la probabilidad de ayudar a resolver las afecciones de los pacientes y podría ser transformador en la forma en que pensamos sobre la atención al paciente al permitir la administración local y prolongada de medicamentos después de un solo tratamiento», dijo Giovanni Traverso, profesor asistente de ingeniería mecánica del MIT, gastroenterólogo del Brigham and Women’s Hospital y coautor del estudio.

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