Plaza Sésamo: sobre hackeos y la cultura de cancelación

Tal vez muchos no lo sepan, pero el canal oficial de YouTube fue hackeado hace ya algunos años. Es una historia muy curiosa pues, mientras que el hackeo no duró mucho tiempo, fue el tiempo suficiente para afectar a otro canal que nada tenía que ver con el hackeo de este y el contenido que se subió cuando se tomó control del canal.

Como muchos sabrán, la cultura de la cancelación ha comenzando a tomar más fuerzas en los últimos tiempos, en donde, con justa razón, se intenta “cancelar” a algunas personas que hayan cometido actos terribles de los cuales hayan salido impunes por años. Es gracias a eso que pudimos ver como es que se comenzaba a perseguir a personas que realmente habían hecho cosas terribles, pero también es gracias a ello que vimos que es un arma de dos filos.

Esto porque hay personas acusadas de manera injusta que, sin poder defenderse, son cancelados de inmediato y llegan a perder sus trabajos de un día para otro sin haber hecho nada malo. Tal es el caso que veremos aquí, en donde podemos ver cómo es que inició esta cultura de cancelación hace unos años y todo gracias a un hackeo de YouTube.

Plaza Sésamo subía contenido que no debía

Fue allá en el año de 2011 cuando el canal oficial de YouTube de Sesame Street fue vulnerado y el contenido que tenía arriba fue dado de baja o puesto en privado. En su lugar, se comenzaron a subir videos en donde se podía ver contenido que no era apto para niños en ningún sentido. Es decir, se comenzaron a subir videos explícitos de naturaleza pornográfica a la plataforma con títulos y miniaturas hechas específicamente para engañar a los niños y que entraran a ver este contenido.

Poco tiempo después de que el canal fuera hackeado, YouTube comenzó a censurar el contenido y, por ende, todo el material que se había subido al canal se censuró gracias al equipo de esta plataforma de video. Lo más interesante de todo es que el canal solamente fue hackeado por una media hora antes de que de YouTube tomara acciones en contra de este.

Obviamente Plaza Sésamo recuperó su canal gracias a la ayuda de Google y dentro de poco tiempo estuvo andando como siempre, pero aún faltaba encontrar a un culpable de todo esto, y por ende, se tuvo que tomar a un chivo expiatorio, pues nadie sabía exactamente quien fue el culpable de esto.

Durante el breve tiempo que el canal estuvo hackeado, este dejó de llamarse Sesame Street y se llamó mredxwx. Las personas pronto se dieron cuenta que existía otro canal llamado precisamente MrEdxwx y es ahí que comenzó el acoso.

Cuando se acusa sin fundamentos

El canal con mayúsculas, MrEdxwx es un canal de gameplays que en ese entonces estaba empezando a subir suscriptores a base de esfuerzo continuo y contenido constante. Lo que lo hizo tener alrededor de 10 mil suscriptores.

Lamentablemente, el hacker hizo todo lo posible por hacerse pasar por MrEdxwx y con un mensaje en el perfil hackeado, hizo creer a unos pocos que él era este youtuber.

Cuando las personas vieron que el nombre era similar, pensaron de inmediato que el dueño de este canal había sido el responsable de hackear el canal de Plaza Sésamo para intentar ganar suscriptores. Pero obviamente esto era un intento de desprestigiarlo y desviar la atención del público hacia una persona inocente. Lamentablemente, funcionó.

El mismo día del hackeo, y gracias a que su correo se había llenado de correos preguntándole si había sido el responsable, a parte de muchos insolutos variados, tuvo que sacar un video haciendo público que él no había sido el responsable del hackeo, pero pocos creyeron en sus palabras.

Las consecuencias del odio anonimo

Curiosamente, ni Sesame Street ni YouTube se pusieron en contacto con él, pues era obvio que no era el culpable. Es más, ni siquiera hubo acción legal tomada en contra del creador. De igual manera, MrEdxwx se puso en contacto con Sesame Street y YouTube para informarles que no había sido el culpable, pero nunca le respondieron. Y es obvio que tampoco lo encontraron como culpable, pues de lo contrario hubieran cerrado su canal de inmediato.

Pero eso no le importaba al colectivo de Internet, quienes siguieron culpándolo y acosándolo a que muchas personas seguían culpándolo, ya sea por correo con mensajes de odio o con videos que se dirigían a él con insultos y amenazas. Obviamente, esto también se podía ver en sus comentarios.

El odio fue tanto, que la noticia llegó a los medios de noticias dentro y fuera de Rumania, su país de origen, en donde se le culpaba del ataque directamente a él sin ninguna evidencia en su contra. Esto se pudo ver en medios importantes de noticias internacionales, lo que obviamente solo ayudó a incrementar los mensajes de odio.

Afortunadamente la historia tiene un final feliz, pues aunque no se pudo encontrar al responsable del hackeo, este canal logró sobrevivir al acoso de Internet y a las falsas acusaciones y podemos ver que cuenta con más de un millón de suscriptores.

Siendo que este hackeo ya lleva 10 años desde que ocurrió muchas personas ya lo olvidaron, pero fue un momento muy negro en la historia del Internet, uno en donde una persona inocente sufrió un acoso injustificado y del cual no se ha olvidado hasta la fecha.

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