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Review del dron DJI FPV: la mejor forma de empezar en el mundo de la velocidad [FW Labs]

El DJI FPV es el dron más entretenido que he volado en mi vida como piloto de estas máquinas, que empezó en 2016 con el Spark y siguió con los Mavic Air y Mini. 

Siento que con los años aprendí todas las maniobras posibles para conseguir material de nivel cinematográfico y fotos de otro nivel, en parte porque la herramienta de trabajo te lo permite y también por amigos como Tomás Westenenk, de quien he aprendido una enormidad. 

Hace medio año me “picó el bicho” de volar FPV, pero qué significa esto: drones de carrera y acrobacias, básicamente. Las siglas vienen de “first person view” o vista en primera persona, porque a través de lentes ves frente a tus ojos lo mismo que el dron, que es una experiencia súper inmersiva. 

Otro gran amigo tiene todo el teje y maneje de este mundo, y traté de entrar en el hobby, lo que me significaba aprender una enormidad sobre hardware que debes comprar por separado, como el esqueleto, helices, transmisor, radio (control), cámara análoga… etc. Además de instalar software que no es lo más intuitivo del mundo. O sea, además de aprender a volar de una nueva forma tenía que desbloquear un nuevo conjunto de habilidades que requieren de una cantidad de tiempo y energía que actualmente no tengo. 

DJI mostró este dron y me obsesioné, era todo lo que pedía que existiera: una opción para aprender a volar FPV, pero listo, sin trabas de ningún tipo y con otras cosas extremadamente útiles como agregado, en las cuales ya entraremos. 

Toma de contacto

Lentes listos, control cargado, dron de apariencia agresiva y poderosa armado. Es hora de surcar los cielos. Pensé que iba a ser difícil, pero DJI hace que la transición sea gloriosa. 

Sucede que tienes tres modos: Normal, Sport y Manual. En el primero vuelas con sensores de proximidad y de la misma forma que un Mavic, pero con buena velocidad (15 m/s) e inclinación, porque aquí vas más consciente de lo que hace la máquina, los ejes no compensan tanto. Es igual pero más orgánico y con mucho más control. 

El siguiente video, a pesar de ser un tutorial, es una muy buena presentación de lo que es el producto:

Pasando al modo Sport se libera la bestia, se apagan algunos sensores y podemos ir a 27 metros por segundo, que se siente bestial, no hay otra palabra. Es una locura que te permite entrar en otro terreno de vuelo que jamás había sentido, y todo con la intuitiva maniobrabilidad de siempre. Este va a ser el favorito de muchos, es rápido y de sensación deportiva. 

Después pasamos al modo Manual, donde todo cambia y se libera al 100% las capacidades del dron, con 39 metros por segundo (140 kilómetros por hora). Aquí tienes que apretar la palanca izquierda del control y aprender una nueva forma de volar. Es recomendable usar la app DJI Virtual Flight (disponible en iOS y pronto en Android) que viene con tutoriales y pruebas antes de lanzarte a lo desconocido. Además, es bueno tener un espacio abierto para aprender con toda calma. Costará pulir esta habilidad, pero es el objetivo final y hacia allá voy con toda paciencia, a sabiendas de que tengo las herramientas correctas. Por cierto, si quieres usar otros simuladores como los disponibles en Steam, el control del dron se conecta sin problemas al PC o Mac vía USB-C. 

Algunos apuntes geniales 

Puedes meter una tarjeta microSD para grabar tus acciones en el dron, como respaldo puedes poner una también en las gafas, lo que me parece muy inteligente. 

Grabado a 1080p, 60 FPS. Puedes grabar hasta a 120 FPS o 4K hasta 60 FPS.

En mi tiempo de prueba, que es un poco más de dos semanas no he tenido ninguna desconexión considerable o baja de calidad en la transmisión, lo que sorprende al tener esa calidad de imagen. En el mundo FPV tienen que usar señales análogas para este cometido y no se ve bien. El material posterior es el de la cámara de acción que le montas a la máquina. Aquí no existe ese estrés, el que se intensificaría al cambiar de modo, porque a mayor velocidad, mayor inclinación, y tienes que hacerlo manualmente en tierra. El DJI FPV lo hace automáticamente y lo puedes controlar a placer, incluso mientras vuelas. 

Otro apunte es que en el mundo del FPV las baterías son un tema: la autonomía no te da más de 10 minutos en casos muy buenos, y puedo estar siendo muy generoso. Aquí he estado de los 15 a 20 minutos en el aire sin problemas. Y el cargado es simple, sin preocupaciones extras.

¿GPS? Por supuesto, todo lo que conoces de DJI como Find my Drone está aquí. A nivel de especificaciones es extremadamente completo y lo puedes revisar en su web oficial.

Palabras al cierre

Podría extenderme mucho más hablando de esta máquina, porque de verdad me apasiona, pero mantengamos las longitudes correctas para web y cerremos con la siguiente conclusión: es el dron perfecto para transicionar al mundo del FPV si ya estabas en el mundo de los Mavic. Si estás aprendiendo recién a volar, también se puede y es una de las formas más entretenidas gracias a las gafas. Hay una oferta grande de drones en el mercado, pero si me tuviera que quedar con uno solo, sería este, su versatilidad nunca antes se había visto. 

Por cierto, cabe aclarar que en Chile la representación de la marca la tiene DJI Dronestore (www.dronestore.cl), que es el dealer oficial de DJI en Chile que además de tener varias sucursales en el país con productos a nivel usuario y empresa, tienen un servicio técnico recomendado y dedicado a la marca y siento que cualquier cosa que pase (ojalá nada) puedo confiarle a ellos este “pájaro”. Ten la tranquilidad de llevar tus productos DJI al mejor servicio al cliente. Les agradecemos por ayudarnos en esta reseña.

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