Ciencia

Ambiente: la contaminación por plásticos también está en el aire

Hemos contaminado el aire de muchas formas

Los plásticos son un material increíble: resistente, moldeable, no se degradada con el paso del tiempo; pero justamente una de sus mejores características ha sido nuestra perdición.

En general, llamamos plásticos a los materiales poliméricos sintéticos, es decir que los hemos fabricado en el laboratorio.

Pero los polímeros también existen en la naturaleza y además no todos ellos pueden ser clasificados como plásticos.

Los plásticos son un tipo de polímeros que puede moldearse aumentando la temperatura: es decir que son termoplásticos.

El polietileno, que se usa en bolsas para compras y en envases, es un polímero termoplástico, al igual que el PET, que forma la mayoría de las botellas de agua desechables.

El problema de plásticos como el polietileno o el PET no es su existencia, es cómo los usamos, como “plásticos de un solo uso”.

Piensa en esto: compras una botella de agua, la bebes muy rápido porque tienes sed y en menos de 10 minutos esa botella está en la basura. 

Ahora multiplica eso por todas las personas que viven en tu misma ciudad y te resultará un poco aterrador, la cantidad de basura de plástico que podemos generar en solo unos minutos.

Lo que pasa en la ciudad, se queda en la ciudad

Los volúmenes de desechos plásticos que producimos en el mundo cada año son muy grandes y van en aumento.

Tan solo este año, en el mundo se generaron unas 8,300 millones de toneladas y de esas, más de 6,000 millones de toneladas se desecharon: acabando vertederos de basura o en el ambiente.

Y el problema no solo es el espacio que ocupan esos residuos de botellas, bolsas y otras cosas, pues aunque los plásticos no se degraden con facilidad, el material puede fragmentarse formando lo que conocemos como microplásticos.

Por su tamaño, de menos de 5 milímetros, las corrientes de aire o de agua, los pueden llevar por muchos lugares del planeta.

Se sabe, que menos del 1% de los microplásticos que están dispersos en el ambiente proviene de fuentes urbanas, lo cual puede deberse a que las construcciones de las ciudades impiden una circulación eficiente de aire que ayude a esparcir los plásticos.

Todos los caminos llevan al mar

Para ser justos, no todos los microplásticos vienen de los plásticos de un solo uso: el desgaste del caucho de los neumáticos de vehículos contribuye con buena parte.

Un estudio publicado el año pasado en Nature Communications, estimó que durante un año, en el mundo, unas 140,000 toneladas de microplásticos de neumáticos se dispersan en el ambiente y llegan a los mares.

Además en el mismo mar, los desechos plásticos, no solamente causan infortunadas confusiones a los peces y tortugas, sino que también se desgastan y genera más partículas de microplásticos.

Plásticos en el aire

Es claro, que en todos estos viajes de los microplásticos por el ambiente, las corrientes de aire juegan un papel importante.

Recientemente se publicó un estudio en el que se analizó la presencia de plásticos en lugares remotos, específicamente en los parques nacionales del Gran Cañón y Joshua Tree, en EE. UU.

Esa investigación no solamente determinó la cantidad de microplásticos que llegaron por vía aérea a esas zonas, sino que determinó su origen: el 84% proviene de residuos de llantas desgastadas, el 11% de plásticos que estaban en el mar y un 5% del campo.

Esto quiere decir que en la atmósfera actual de la Tierra, en todo momento, hay una cierta concentración de materiales plásticos.

Lo anterior confirma algo que ya se había propuesto: que existe un ciclo de los plásticos en el ambiente, así como los ciclos naturales del agua o del nitrógeno, pero este creado por nosotros. Sí nuestra influencia en el planeta puede notarse ya por todos lados, pero tampoco es algo por lo que nos deberíamos felicitar.

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