Para conocer los orígenes del universo, no siempre es necesario mirar hacia arriba. Las respuestas de todo lo que rodea al misterio de conocer como se dio inicio a la existencia, podría estar dentro de nuestro mismo planeta. Incluso, no sobre la superficie, sino en las profundidades de las aguas más gélidas de la Tierra. Esto es algo que los científicos entendieron hace más de una década. Y desde entonces, se comenzó a instalar un dispositivo al que llaman telescopio espacial submarino.
El mismo término para referirse al aparato suena contradictorio, pero es en realidad lo que es. El telescopio espacial submarino busca la presencia de uno de los elementos más abundantes de todo el universo: los neutrinos. Están por cualquier parte y en una cantidad hasta ahora incontable. Sin embargo, aunque hay muchos, son capaces de no interactuar con nada y pasar desapercibidos. Por lo tanto, hay que hallarlos -para estudiarlos- en donde se presten las condiciones para que se acumulen en mayor volumen. Su poca masa y mínima carga energética los hace más esquivos.
Aquí es donde entra el lago Baikal, en el sur de Siberia. Desde el 2010 se han instalado diferentes telescopios de este tipo y recientemente han sumergido al más grande del hemisferio norte. Se trata del Baikal-GVD, hundido en el lago mencionado a una profundidad que supera los mil metros. Este aparato solo es igualado por uno instalado en la Antártida y otro en el Mar Mediterráneo.
El Telescopio Baikal-GVD
Este es un proyecto que Rusia no realizó solo o de forma individual. Para su confección, funcionamiento óptimo e impulso mundial necesitó colaboración de científicos de Alemania, Eslovaquia y República Checa y Polonia, según lo reseña Engadget. El telescopio abarca un área que se extiende por encima de los 17.000 pies cúbicos. Si llevamos esta conversión a litros, se sobrepasan los 400.000. Es decir, que su campo es bastante amplio para lo que está buscando.
🔭 Científicos 🇷🇺 pusieron en marcha uno de los mayores telescopios submarinos del mundo, que estudiará el universo desde las aguas del lago #Baikal, en #Siberia. El Baikal-GVD fue diseñado para observar neutrinos, las partículas más pequeñas conocidas
— Embajada de Rusia en México (@EmbRusiaMexico) March 14, 2021
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Muchos se preguntan las razones por las cuales se sumerge en las profundidades del agua. Y la realidad es que este ambiente es el ideal para la presencia de neutrinos. Mucho más en condiciones climáticas frías. Por lo tanto, Beikal es esencial para entender mejor como se comporta el elemento más pequeño conocido hasta ahora por el ser humano.
Beikal, además de ser uno de los lagos más grandes que hay en el mundo, es también de los más profundos. Durante dos meses del año se congela y eso resalta su condición de sitio en donde el hombre no tiene mucha repercusión sobre el medio ambiente. Esa aura de territorio «virgen» se mantiene y eleva la posibilidad de estudiar los neutrinos.
🔭 Uno de los telescopios de neutrinos más grandes del mundo, el Baikal-GVD, ubicado en el fondo del lago #Baikal, en #Rusia, ha sido puesto en marcha hoy!
— Embajada de Rusia,AR (@EmbRusiaEnArgEs) March 13, 2021
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