Al excavar más y más, los arqueólogos en Taposiris Magna encontraron una momia de 2.000 años. No era la primera: total, estamos en Egipto y venimos de un año en el que se reactivaron los trabajos. Lo curioso es que la momia tenía una lengua de oro.
El hallazgo fue informado el pasado 29 de enero por el Ministerio Egipcio de Antigüedades.
¿Para qué necesitaba una lengua de oro un muerto?
Los investigadores consideran que lo hicieron para asegurarse de que el difunto pudiera hablar en el más allá. La lógica era que, al llegar a la dimensión de Osiris, el dios del Inframundo, tenía que hablar con él.
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¿Tenía un impedimento la persona que falleció? Se desconoce. Pero la intención de sus familiares era que no le faltaran herramientas en el otro mundo.
Una arqueóloga dominicana estuvo al frente de los trabajos en la zona de Taposiris Magna. Su nombre es Kathleen Martínez, y dirige a profesionales egipcios y de la Universidad de Santo Domingo.
El descubrimiento de la momia con lengua de oro ocurrió en apenas una de 16 tumbas exploradas. En otras hallaron un difunto con una máscara sonriente de la muerte. Mientras, dos momias más contaban con restos de pergaminos que se encuentran bajo estudio.
También encontraron varias estatuas representativas de las personas enterradas, según cita Live Science.
¿Y qué tienen que ver Los Simpson con la momia de Egipto?
A todas estas, ¿qué tienen que ver Los Simpson en todo esto?
No hablemos de otra predicción, porque los tiempos no dan, pero este episodio recuerda mucho el desentierro de los restos de Jeremías Springfield.
El capítulo se llama Lisa, la iconoclasta, y la pequeña Simpson busca desenmascarar la figura histórica del fundador de la ciudad.
Según Lisa, Jeremías tenía una lengua de plata, ya que la de verdad la había perdido luchando contra otra persona en una riña.
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Los miembros de Springfield, siguiendo las pistas de Lisa, desenterraron a Jeremías… pero no encontraron la lengua. Ésta finalmente la había removido el anticuario de la ciudad para evitar que cayera la leyenda del fundador.
Al menos corrió mejor suerte la momia egipcia, que aún contaba con su lengua de oro.