Ciencia

Espacio: ¿cuál es la diferencia entre la galaxia y la Vía Láctea?

Es un poco como preguntarnos cuál es la diferencia entre una estrella y el Sol, pero es interesante saber por qué

Los antiguos griegos llamaron Vía Láctea a una banda de luz tenue que se puede ver al sur del cielo, en las noches más oscuras.

Pero tuvieron que pasar muchos años para que se identificara que ese camino de luz eran en realidad muchas estrellas, no solo eso, sino que eran nuestras estrellas vecinas, todas parte de una misma galaxia.

Camino de leche

No solo los griegos notaron la presencia de la Vía Láctea en el cielo: en la mitología escandinava se pensaba que marcaba el camino al Valhalla.

Los aztecas la llamaban Mixcóatl, serpiente de las nubes, dios de las tempestades, que surcaba el cielo en las noches oscuras.

Fue esa apariencia fantasmal de su luz, la que hizo que en Grecia se le pusiera el nombre con el que nos referimos a ella, Vía Láctea, al explicarla como un camino de leche derramada por la diosa Hera, al amamantar a Hércules cuando era un bebé.

El término galaxia tiene la misma etimología: quiere decir relativo a la leche y es el nombre que le dimos después a los otros objetos del universo que son como nuestra Vía Láctea.

Todas las estrellas

El primero en observar que ese camino de luz correspondía a estrellas, muchas estrellas, fue Galileo Galilei en el siglo XVII, fue uno de los muchos descubrimientos astronómicos que hizo con el telescopio.

Después, William Herschel, que a finales del siglo XVIII construyó el primer telescopio óptico de gran tamaño, hizo un primer mapa de las estrellas de la Vía Láctea e incluso intentó ubicar al Sol, aunque lo colocó muy cerca del centro.

Durante mucho tiempo, hasta principios del siglo XX, los astrónomos pensaban que la Vía Láctea contenía a todas las estrellas del Universo.

Hasta que en 1920 las observaciones de Edwin Hubble, llevaron a concluir que esta era solo una de muchas otras galaxias.

Vecindario galáctico

Esa apariencia de un camino disperso que tiene la Vía Láctea, se debe a la posición que tiene nuestro Sistema Solar en ella: en uno de sus brazos, cerca de las orillas.

La nuestra es una galaxia espiral: es un disco más o menos plano de estrellas, gas y polvo, en donde algo de su material se extiende en las orillas en formaciones que llamamos brazos.

Ahora sabemos que el Sol está en el brazo de Orión, y desde aquí vemos buena parte del disco de la galaxia e incluso su centro, en donde por cierto, hay un agujero negro supermasivo.

Y tal vez los griegos o los aztecas cuando miraban al cielo no sabían que ese camino de luz era la galaxia en donde habitaban, como sí lo sabemos ahora, pero tenían una ventaja: la podían ver mejor, porque no había iluminación artificial.

Así que si ustedes viven lejos de la contaminación lumínica o pueden ir a un lugar con noches oscuras, no olviden mirar al cielo para echarle un vistazo a nuestro vecindario galáctico.

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