El reto ambiental de Coca-Cola está en pleno desarrollo. La compañía de gaseosas lanzó al mercado 2.000 botellas de “papel” que serán vendidas en Hungría, como parte del proyecto de Emisiones 0.
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La compañía espera que para el año 2030 reduzca su huella de carbono a cero.
El producto de Coca-Cola que utilizará el envase es AdeZ, una bebida hecha de plantas.
Pero ¿es papel-papel el material base de la nueva botella? No: tiene buena parte de papel, pero con un forro y una tapa de plástico que permiten que sea reciclable. El plástico está hecho de tereftalato de polietileno reciclado (PET).
El material original resiste no solo al líquido, sino a los gases de la bebida.
Específicamente la cáscara de “papel” está conformada por 10 gramos de un material a base de fibra de papel. Mientras, el revestimiento se hizo con 12 gramos de PET 100% reciclable. Es flexible y resistente, de acuerdo con la compañía.
Coca-Cola y su desafío para borrar su mala fama como contaminadora
Coca-Cola se comprometió a recoger y reciclar una botella o lata por cada una que venda a nivel mundial, de aquí a 2030. No obstante, su presente aún está muy lejos de la meta.
En 2020 la empresa fue nombrada como la Peor contaminadora plástica del mundo, dudoso honor concedido por el grupo ambientalista Break Free From Plastic.
La compañía de gaseosas alcanzó el premio por tercer año consecutivo. En 2020 superó a Nestlé y PepsiCo, como lo recuerda el Daily Mail.
Su preocupación lo lleva a continuar probando materiales para adaptarse a la bebida gaseosa.
“El ensayo es un hito para nosotros”, señaló Daniela Zahariea, directora de cadena de suministro técnico e innovación de Coca-Cola Europa. “La gente espera que Coca-Cola desarrolle y comercialice nuevos tipos de envases innovadores y sostenibles”.