Ciencia

Salud: advierten sobre el peligro de los ingredientes inactivos de los medicamentos

Cualquier pastilla está integrada por los componentes activos que actúan en el sistema de salud y otras características que le dan la coloración o la forma.

Un estudio reciente de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, advierte los peligros presentes en los medicamentos que normalmente consumimos. Específicamente en los componentes inactivos presentes en las cápsulas, debido a que aseguran que pudieran tener efectos dañinos para la salud.

Cada medicamento, cápsula o pastilla contiene ingredientes que le dan forma al producto final. Están compuestos por componentes activos, que son en sí los que generan los cambios en nuestro sistema. Y también están los excipientes, como los identifica el portal Slash Gear. Estos últimos son compuestos inactivos, generalmente utilizados para la administración de los otros compuestos. Además de ello son los encargados de dar el color, forma y el resto de los añadidos al remedio.

Explica el portal antes mencionado, citando al estudio, que muchos de los medicamentos tienen más excipientes que ingredientes activos. Y aunque muchos de ellos cumplen con su función de inactividad, podrían tener incidencia sobre algunas partes del cuerpo y afectar la salud. Manifiesta el estudio que se debe prestar atención sobre los receptores y las enzimas.

Ingredientes inactivos que afectan la salud

Los componentes inactivos de un medicamento, justo antes de integrarlos todos, son testeados en animales. La intención es detectar el nivel de toxicidad. Sin embargo el estudio sugiere que además se debería verificar como afecta los objetivos moleculares médicamente relevantes. Los ‘objetivos moleculares’, son las zonas receptoras de las enfermedades y estos componentes tendrían su incidencia en la salud. De hecho, para poder soportar este estudio, el grupo de científicos realizó estudios para comprobar algunos.

En total fueron 38 ingredientes que tuvieron 134 efectos distintos sobre la salud del organismo, que antes se desconocían. «Si bien se sospecha que la mayoría de estos no alcanzan niveles de exposición peligrosos, los resultados sugieren atención sobre dos: timerosal y cetilpiridinio. Estos son capaces de alcanzar concentraciones in vivo, que se superponen a su actividad de unión in vitro al receptor de dopamina D3″, señaló parte del estudio.

La solución en pro de la salud es sencilla. El estudio sugiere que se verifique las consecuencias que tienen todos los componentes, sobre los objetivos moleculares. Esto se debería estudiar en cada medicamento antes de salir al mercado.

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