CIENCIA: logran captar el momento exacto en que nuestro cerebro graba recuerdos mientras dormimos

El momento de dormir es el elegido por los científicos para estudiar nuestro cerebro. Mientras nuestra mente descansa realiza una serie de acciones que ayudan a los expertos a entender como funciona uno de los mejores motores que tiene la composición del cuerpo humano. Recientemente, un estudio de una universidad norteamericana, captó el momento en el que la memoria graba los recuerdos.

Las universidades de Brown, Stanford y la de Case Western Reserve formaron un centro de estudio llamado Braingate. Este consorcio fue el encargado de implementar microelectrodos en los cerebros de dos personas con epilepsia. Después de varios meses obtuvieron varios resultados que fueron publicados el pasado martes. Durante el sueño las neuronas comienzan su trabajo de almacenamiento. Es decir que mueven las acciones que ejecutamos en el día para un lugar de almacenamiento de largo plazo, una especie de selección.

El experimento de los científicos para llegar a las conclusiones

Para lograr este descubrimiento Braingate utilizó una interfaz cerebro-computadora. Estas normalmente son aplicadas en pacientes que sufrieron graves lesiones cerebrales o la perdida de alguna extremidad. El propósito principal de estos dispositivos es estimular el cerebro e intentar mover objetos conectados a ellos: brazo robóticos, por ejemplo. Añadieron que los macroelectrodos aprobados para el uso humano son demasiado grandes para las neuronas. Entonces Braingate utilizó unos diminutos que fabricaron, para poder instalarlos, reseñó el portal de CNN en español.

Explica la nota del portal antes mencionado, que a los dos sujetos estudiados se les pidió que jugaran «Simón Dice». El juego de los años 80 en el que alguien ejecuta una acción y los participantes la deben repetir. Obviamente lo hicieron con los electrodos instalados. Luego de culminar una breve sesión del mencionado juego los invitaron a tomar una siesta. El impresionante resultado fue que, mientras dormían, el cerebro se seguía comportando de la misma manera que lo hacía en el juego. Es decir, su mente siguió jugando «Simón Dice», guardando las acciones en un sitio de almacenamiento permanente.