Coronavirus: científicos desmienten a Gobierno de EE.UU por falsa información

Otra polémica afecta al Gobierno de Estados Unidos y el Coronavirus. El Presidente Trump señaló que el virus no resistiría a una lluvia de rayos UV en el cuerpo humano.

Para decir esto, el Presidente se basó en un estudio no publicado realizado por el Gobierno. Ante esto, la comunidad científica reaccionó de forma inmediata desmintiendo que esto fuera así.

Según el estudio realizado por expertos «independientes» del Gobierno de EE.UU, el material genético del SARS-CoV-2 se dañaría ante la exposición de este tipo de luz.

Coronavirus y Trump, otra vez

Sin embargo, no existe evidencia científica comprobada de que los rayos UV actúen de esta forma dentro del cuerpo humano. Por su parte, en la reunión sobre el virus realizada en la Casa Blanca tampoco se mostraron antecedentes que demostraran lo contrario.

En la ocasión, el funcionario de gobierno Bill Brayan presentó esta hipótesis. Dentro de su presentación señaló que ellos tenían evidencia sobre el funcionamiento de los ratos UV en el virus, pero no la tenían lista para ser mostrada.

Ante esto, científicos de diversas partes del mundo desmintieron al Gobierno de EE.UU. Es más, realizaron una petición a a las personas que no se expongan al Sol por varias horas porque esto puede ser perjudicialmente dañino.

Recordemos que, el virus ataca al cuerpo de forma interna. No se tiene conocimiento de que los rayos UV puedan ingresar al cuerpo y matarlo adentro, por lo que esta medida, según la ciencia, no es efectiva.

Sin embargo, los rayos UV si pueden ser efectivos para eliminar superficies externas contaminadas. Es más, este mecanismo de desinfección es utilizado en diversos hospitales de Estados Unidos y otras localidades.

En lo que respecta al SARS-CoV-2, no se ha registrado oficialmente si los rayos UV tendrían el mismo efecto en él. El estudio realizado por el Gobierno de Estados Unidos estuvo a cargo del Centro de Análisis y Contramedidas de Biodefensa.

Este estamento fue creado posterior a los ataques terroristas del 11 de septiembre. Su principal función es abordar amenazas biológicas, pero aún así no han publicado la supuesta investigación de forma oficial.