El coronavirus, COVID-19 es una enfermedad que ha mostrado un comportamiento errático.
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Según una investigación científica publicada en Science, la enfermedad puede afectar no solo los pulmones. Los expertos afirman que la enfermedad podría atacar a órganos como el corazón y cerebro, trascendentales para el cuerpo.
En efecto, uno de los grandes factores que provocaría la falla del cuerpo sería la inflamación. A continuación detallaremos más sobre los potenciales peligros del cuerpo.
Coronavirus y daños en el cuerpo
Como ya es sabido, la enfermedad ataca en primera instancia al sistema respiratorio. La infección, que ingresa al cuerpo a través de las mucosas principales (ojos, nariz, boca) puede atacar desde ahí en el cuerpo.
El periodo de incubación de la enfermedad en primera instancia sería de 14 días. Durante este periodo, muchas de las personas pueden presentarse completamente asintomáticos. Sin embargo, pacientes relacionados con los grupos de riesgo mostrarían una sintomatología más severa en este tiempo.
Para los expertos, en los casos más graves son los que producen una sobrereacción del sistema inmune. Esta ha sido definida como «tormenta de citoquinas«, proteínas que prácticamente se descontrolan cuando el cuerpo enfrenta a la enfermedad.
Los síntomas más notorios de una persona en estado grave afectada por COVID-19 son los siguientes:
- Tos seca
- Fiebre alta
- Dificultad respiratoria
- Mala respiración
- Fibrosis quística
- Problemas cardiovasculares
Cuando el SARS-CoV-2 aterriza en los pulmones, puede causar daños profundos en ellos. Sin embargo, el daño en otros órganos también es real e incluso, puede ser motivo para la causa de muerte en un paciente.
Daños en órganos trascendentales
La investigación se centró en analizar los posibles escenarios provocados por el virus. Para los expertos, el estado hiperinflamatorio causado por la enfermedad es el factor principal de su mortalidad.
Actualmente, los tratamientos preventivos actuales están enfocados en regular la excesiva producción de citoquinas. Sin embargo, algunos médicos creen que esto puede ser contraproducente, debido a que puede afectar la propia respuesta inmune del cuerpo.
A raíz de esto, cuando el virus provoca cuadros más graves en pacientes, puede atacar otros órganos. El corazón es uno de ellos, pudiendo en algunos casos causar consecuencias complejas.
En lo que respecta a problemas cardíacos y el COVID-19, un estudio realizado por diversas agrupaciones científicas indagó en esta sintomatología. Dentro de su investigación, los expertos constataron que muchos pacientes contagiados con la enfermedad presentaron problemas cardíacos subyacentes.
Uno de los principales ha sido la lesión cardíaca, mientras atravesaban la enfermedad. Sin embargo, estos problemas en particular podrían estar relacionados con antecedentes previos de cada paciente.
Todavía es un misterio el cómo ataca al corazón y vasos sanguíneos el COVID-19. Para esto, un artículo publicado el 25 de marzo señaló que en Wuhan, alrededor del 20% de pacientes presentó cuadros cardiovasculares.
El cerebro está expuesto
Por otro lado, investigaciones actuales se encuentran indagando sobre cómo el COVID-19 ataca al sistema nervioso central. En algunos casos se han visto a pacientes que han sufrido encefalitis inflamatoria cerebral mientras atraviesan el cuadro COVID-19.
Sin embargo, una investigación realizada sobre el SARS en el año 2008 descubrió que este patógeno causaría daño neuronal. Esto ocurriría porque el virus era capaz de ingresar por la vías respiratorias hasta el cerebro. Por si fuera poco, los expertos, luego de hacer estudios en ratones para comprobar la tesis, notaron que estos sufrieron daños cerebral a largo plazo.
A raíz de esto, los expertos están infiriendo de manera previa que la enfermedad podría afectar al cerebro. Es más, en algunos casos médicos han marcado como patologías las «tormentas simpáticas».
Este tipo de reacción corporal es una sobreestimulación del sistema nervioso que puede llegar, en casos severos, a causar síntomas como las convulsiones y lesiones cerebrales complejas. Por ahora, todavía está en estudio el cómo podría acceder a este órgano el virus, y si realmente su estancia en el cuerpo del afectado puede generar esta sintomatología.
Daño intestinal
Por su parte, una reciente investigación indagó sobre daños del virus en el intestino. Según hipótesis previas manejadas por los expertos, el nuevo coronavirus podría afectar el tracto digestivo inferior.
Este es un lugar importante en el órgano debido a la gran cantidad de receptores ACE2 que se encuentran allí. Médicos han logrado encontrar ARN viral (infectado con el virus) en un 53% de muestras de heces obtenidas de pacientes contagiados.
Por otro lado, un artículo publicado en Gastroenterology, afirmó que un equipo chino encontró la presencia del virus en células gástricas, duodenales y rectales de algunos pacientes.
Por otro lado, existen otros síntomas que están siendo estudiados por los científicos. Entre ellos encontramos la conjuntivitis, pérdida del olfato y daño renal.
En lo que respecta a este último, una investigación realizada por el centro de Urología y Nefrología internacional indagó sobre ello. En los resultados, no se encontró una relación directa entre ambas patologías. Sin embargo, la recomendación de los expertos fue a que este tipo de pacientes tome precauciones especiales.
Hasta hoy, el COVID-19 ha causado 2 dos millones 629 mil 951 casos de contagios en el mundo, mientras que la cantidad de fallecidos en el mundo asciende a 183 mil 723 muertes.