Ciencia

Insectos robots: conoce los dispositivos que alguna vez fueron usados para “espiar”

En los setenta, la CIA de Estados Unidos había realizado proyectos de este tipo que no llegaron a buen fin, pero ahora los robots insectos son una realidad.

Durante los últimos años el avance en la robótica ha llegado a un alto nivel, impensado hace solo algunos años. Pero esto no comenzó ahora, ya que hace 50 años, las intenciones de crear insectos robots eran más reales de lo que se creía.

¿Cuando comenzó esta historia?, si nos remontamos hace casi 50 años, la CIA de los Estados Unidos estuvo trabajando en proyectos de este estilo, mientras el mundo se desenvolvía en pleno contexto de la guerra fria.

A raíz de una serie de nuevos archivos desclasificados por parte de la institución norteamericana, se pudo ver la increíble cantidad de proyectos de este estilo que se fueron desarrollando por aquellos años, que llevaron el ingenio y trabajo científico a otro nivel, en plena década de los setenta.

Insectos robots hace 50 años

Los nuevos informes transparentados revelaron el desarrollo que la CIA estuvo trabajando durante la década de los setentas, en el que emprendió un proyecto que buscaba crear un «drone» con forma de insecto.

Lo llamativo de esta situación es que, durante esos años, no existía la tecnología para desarrollar mecanismos de este estilo, por lo que la tarea de los científicos de la época de llevar a la realidad este tipo de creaciones era más que compleja.

Durante el año 1974 existió un proyecto de dispositivo que fue llamado «insectocóptero, que era una pequeña aeronave no tripulada que tenía como objetivo principal de realizar vuelos de hasta 100 metros y fuera capaz de instalar pequeños sistemas de vigilancia por audio.

Como era de esperarse, el mecanismo no llegó a buen puerto, ya que el sistema de navegación de la época era a través de láser, los que solo podían realizar vuelos en línea recta, viendo limitado el desarrollo del dispositivo debido a a la falta de características para el vuelo libre.

Dentro de los documentos liberados se puedo ver cosas bastante insólitas, como palomas con cámaras, peces robóticos, delfines entrenados los que podían instalar explosivos en embarcaciones y un conjunto de cosas más.

La CIA y la «Innovación»

Es más, entre los varios desarrollos que la Agencia Central de Inteligencia se dedicó a trabajar por aquellos años se encuentra un gato, que portaba un micrófono para realizar espionajes, pero esto no impidió que un día el animal se desconcentrara y fuera atropellado por un taxi en la calle.

Una carta escrita en el año 1967 por Carl E. Duckett, quien fuera Director de la división de Ciencia y Tecnología del la CIA dice lo siguiente «Desde un punto de vista técnico, hay una alta probabilidad de que los animales sean capaces de ejecutar taras bastante útiles, hasta únicas, que serán de interés para la CIA(..) esperamos que estas investigaciones de sistemas robotizados de animales nos lleven a fases más avanzadas de desarrollo tecnológico»

Sin embargo, estudios recientes realizados por investigadores pertenecientes a la Universidad de Washington, ha mostrado sobre la viabilidad que tendría la implementación de «bío robots basados en pequeños insectos».

Insectos y la modernidad

La investigación se basa en la utilización de pequeños saltamontes para la detección de explosivos. En palabras del grupo de expertos«Proponemos una solución híbrida bioelectrónica que aprovecha directamente el rico repertorio de sensores olfativos, además del sofisticado marco neurológico y computaciones que se puede desarrollar en el sistema olfativo de insectos».

Los investigadores lograron comprobar que, al momento de exponer a los saltamones a los químicos explosivos, existe una activación de ciertas neuronas de su cerebro, las que fueron medidas gracias a la implementación de una cirugía pequeña y poco invasiva en la que se pudieron verificar las respuestas de los insectos.

Finalmente, en palabras de los investigadores «A modo de resumen, nuestro estudio es una de las primeras pruebas de cómo los sistemas olfativos biológicos pueden «adecuarse» y así lograr el desarrollo de posibles cyborg insectos en el futuro, para la detección de químicos y otros productos más».

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