Huawei sigue en el centro de la controversia y los pleitos internacionales de seguridad en telecomunicaciones. Todo en buena medida gracias al veto impuesto por Estados Unidos. Esto ha cerrado varias puertas a la compañía en el mundo. Pero no en el Reino Unido.
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Sentando un precedente que podría ser considerado como una afrenta contra la nación anglosajona, las autoridades británicas han anunciado que no excluirán a Huawei del desarrollo e implementación de su red 5G.
Durante días se vivió una alta especulación sobre lo que sucedería con la compañía asiática en este terreno. Ya que buena parte de los componentes y tecnología implementada para estas redes proviene justamente de Huawei.
Pero ahora las autoridades han confirmado que permitirán a la firma que suministren equipos para su infraestructura de red 5G, a pesar de ser considerados como proveedores de “alto riesgo”.
La regulación actual, supervisada por el Centro Nacional de Seguridad Cibernética establece que dicha clases de proveedores pueden integrarse al desarrollo de infraestructura.
Aunque todo lo que aporten deberá ser relativo a elementos no centrales de la red, y siempre con un porcentaje de participación menor al 35%.
Para los estatutos actuales se consideran como elementos no centrales elementos como antenas y estaciones base que pueden aislarse sin comprometer toda la infraestructura en caso de algún incidente de seguridad.
En paralelo a esta decisión Estados Unidos se mantiene vocal sobre los riesgos para cualquier nación que supuestamente podría implicar permitir que Huawei despliegue su tecnología.
El fantasma acusatorio de que el gobierno chino pueda intervenir todo se mantiene en las acusaciones.