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No es “smart” y ese es el punto: Review del Casio G-Shock Mudmaster GWG-1000 [FW Labs]

Un reloj pensado para sobrevivir a todo.

Antes de 2015 variaba entre dos relojes, un Casio bien todo terreno y el Pebble, siendo este último algo que me encantó y que terminó por decantar mi gusto por los relojes inteligentes.

Ahora, a pesar de que han existido intentos de hacer híbridos entre smartwatch y tradicional, el público termina eligiendo lo uno o lo otro, pero no el punto medio.

En esa sintonía, G-Shock siempre ha sido algo «clásico» en las muñecas de muchos, que no estarían dispuestos a dejarlos por nada, aunque sean computadores de muñeco (¡y más baratos!); creo entender sus razones.

Extrañamente y por culpa de los relojes actuales, agarré la costumbre de hacer un gesto «exagerado» con el brazo para prender la pantalla y ver la hora. Eso lo extrapolé a mi tiempo usando el Mudmaster y no me deja de dar risa.

También sentía la necesidad de «cargarlo» cada ciertos días, para darme cuenta que no necesitaba eso, ni lo iba a necesitar en años, literalmente.

Si estaba a la luz del sol, me preparaba para poner los ojos agudos para poder ver, cosa que tampoco era problema.

Me sentía menos estresado, mi muñeca no temblaba con las notificaciones que, a pesar de que las tengo relativamente controladas, no deja de ser un factor que no te permite desconectarte.

Si estaba ordenando algo en la casa, me daba un poco de susto golpearlo con alguna esquina. Después recordé que puede caer de un piso 11 y verse casi intacto (de verdad, así son las pruebas de G-Shock).

Al final, me di cuenta que era un poco más feliz, un poco menos estresado, un poco menos conectado ¿Es algo que usaría todos los días? No, adopté la costumbre de tener una extensión del teléfono en mi muñeca y en el fondo, me gusta, pero no pude evitar sentir nostalgia por mi viejo Casio, por tener una preocupación menos.

Fue un ejercicio interesante de desconexión, con un diseño que es súper grande y «exagerado», como debe ser con un buen G-Shock, donde sé que jamás le voy a sacar provecho a todas sus funciones outdoor, como el compás y su resistencia a todo, pero que te da paz mental tener algo que aguante lo que sea. Por cierto, nunca me deja de impresionar la vieja y confiable tecnología de estos relojes de «llamar» a las antenas en la noche y sincronizarse al segundo exacto.

Probablemente termine sacando algo de mi cajón y quizás le de una oportunidad los fines de semana. Fue una experiencia que sé que algunos buscan, y no solo para un par de días a la semana, sino que para desintoxicarse un poco de la vida digital.

Para más especificaciones técnicas sobre el reloj que probamos, los invitamos al sitio oficial del producto.

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