En el axolotl mexicano podría estar la clave de la regeneración de órganos en humanos

La regeneración es el gran atributo de axolotl o salamandra mexicana. “Cuando ocurre una lesión, se liberan algunas señales en ese animal que le dice a las células cercanas a la lesión que pasen de un estado de reposo a un estado regenerativo”, explica el profesor de biología de la Northeastern University, James Monaghan.

Esta especie es capaz de regenerar los brazos que otro axolotl se come. “Es bastante horrible, pero el canibalismo es una posible razón por la que vuelven a crecer los brazos”, cree el científico, que está dedicado a estudiarlos.

Monaghan trata de descubrir los secretos detrás de esta característica, que los equipara con las estrellas de mar, gusanos, ranas y otros tipos de salamandras. Aunque los axolotls son más apreciados porque regeneran sus órganos de forma tan robusta como los originales y sin importar su edad.

Según el científico, ellos “pueden volver a activar esos genes que (los humanos) desactivamos permanentemente”.

Regeneración celular

Sin embargo, su estudio es una tarea compleja pues la salamandra mexicana tiene el genoma más grande jamás secuenciado. El laboratorio de Monaghan identificó la molécula neuregulina-1, “esencial para la regeneración de extremidades, pulmones y posiblemente corazones”.

Al experimentar con esta molécula comprobaron que la regeneración se detuvo cuando la quitaron. Monaghan es cauteloso: “No digo que sea una bala de oro para inducir la regeneración en los humanos también, pero podría ser parte del rompecabezas”.

Su interés es probar hasta donde esta especie es capaz de ayudar a los humanos, a través de la regeneración de órganos internos. Por ello, junto con la doctora Rebecca Carrier prueba el trasplante de células retinianas de cerdo usando moléculas del axolotl.

En su experimento, el 99% de las células madre trasplantadas murieron. Mientras que una menor cantidad de células murieron cuando inyectaron en el ojo de un axototl.

Eternamente joven

Una de las explicaciones detrás de esta capacidad de regeneración es que estas salamancas son eternamente jóvenes. En términos científicos este proceso se conoce como neotenia.

Para probar esta condición, Monaghan sometió a un grupo de hermanos a una metamorfosis inducida. Descubrió que su regeneración fue lenta y con deformaciones en algunos de los órganos.

Está convencido que no es el factor principal, aunque “existe cierta asociación con la neotenia y la capacidad de regeneración”.