Conoce a Lil Miquela, la famosa influencer que tiene millones de seguidores en Instagram y no es real

Es bien sabido que el mundo de las redes sociales y los influencers está lleno de apariencias. Sin embargo, pocos han llegado al punto de que su propia existencia sea una mentira. Este es el caso de Lil Miquela, una celebridad de Instagram.

Cuando se ven por primera vez las fotos de Lil Miquela, cualquiera puede notar algo inusual. No es necesario que pase mucho tiempo para darse cuenta que la influencer no es real. Su apariencia artificial (sin desmeritar el trabajo de animación) lo revela todo.

A pesar de este evidente hecho, Lil Miquela tiene 1,6 millones de seguidores en Instagram. De hecho, tiene una canción a su nombre con su respectivo video oficial. Dicha pieza tiene casi 450.000 reproducciones.

Aun así, su perfil de Instagram luce como el de una persona real. Tiene numerosas fotos en las que se le ve posando, reuníendose con «amigos», acariciando mascotas, hablando a la cámara, etc. Además, cada pie de foto tiene mensajes dedicados a otras personas como si los hubiera escrito ella. En cierto momento utilizó el hashtagh #BlackLivesMatter en defensa de la población afrodescendiente.

¿Por qué?

Se dice que Lil Miquela es producto de un proyecto digital realizado por una empresa de Los Ángeles llamada Brud. La idea comenzó como una modelo virtual de Instagram, pero pronto terminaron sacando más provecho.

Se decía que el propósito de la influencer era hacer promoción a The Sims, pero nunca fue comprobado. Poco después de que en abril del 2018 la cuenta fuera hackeada y hubiera perdido todo su contenido, Lil Miquela protagonizó varias publicaciones admitiendo que era un robot.

Evidentemente la cuenta ha servido para hacer publicidad de marcas de ropa. Eso sí, no se sabe cuánto ganan los responsables detrás de la mujer virtual con el proyecto.

Al menos se sabe que han estado atentos por figurar en todas las plataformas. Las canciones de Lil Miquela se pueden escuchar en Youtube, Spotify, Apple Music, etc.