Ecología

Hallan el árbol más alto del Amazonas, está sano e ileso

En una expedición, los científicos localizaron la especie más grande y de la selva amazónica, además pudieron observarlo: tiene 88,5 metros de altura.

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Científicos británicos y brasileños descubrieron el árbol más alto del Amazonas mientras mapeaban la selva del noreste de Brasil, que recientemente fue víctima del incendio más terrorífico de la historia y en contra de la naturaleza.

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La selva del estado de Amapá, al norte de Brasil, aún se mantiene intacta y alberga los cinco árboles más grandes y elevados del Amazonas. La especie se trata de la Dinizia, cuyos árboles poseen troncos de entre dos y tres metros. Los investigadores creen que tienen aproximadamente entre 400 y 600 años.

Los científicos localizaron, dentro del grupo, la especie más grande y además pudieron observarlo: tiene 88,5 metros de altura.

Gigante amazónico puede crecer más

La investigación fue publicada en la revista científica Frontiers in Ecology and the Environment. Allí se confirma que el árbol amazónico no está solo: está rodeado de otros gigantes que pueden superar los 70 metros de altura.

El árbol más grande del mundo es una secuoya roja llamada Hyperion, que mide 115,55 metros y está en un parque natural al norte de San Francisco, EE.UU.

Sin embargo, el gigante amazónico todavía puede crecer más, aunque por el momento superó en casi 30 metros a los récords anteriores en la Amazonía, una proeza no menos importante.

Hallazgo por coincidencia

El equipo que viajó al Amazonas lo lideró Eric Bastos Gorgens, investigador de ingeniería forestal de la Universidad Federal de Brasil de los Valles Jequitinhonha y Mucuri (UFVJM). Y el hallazgo lo hizo mientras examinaba imágenes satelitales del Amazonas captadas entre 2016 y 2018 por el Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (Inpe).

Ellos planificaron una expedición de cinco días que les permitió adentrarse más de 240 kilómetros en la selva tropical hasta llegar a la zona de los gigantes. La mayoría se encuentra ubicada en el borde del río Jari, un afluente del gran río Amazonas.

“Podría haber sido un pájaro volando, una torre, un error de sensor”, dijo Gorgens, sobre el acierto de la investigación. “Cuando comenzamos a mirar los datos con más cuidado, nos dimos cuenta de que no eran errores. Eran, de hecho, árboles gigantes”, según recoge la revista Smithsonian.

Durante dos días, los investigadores recolectaron muestras, escalaron y midieron los árboles. El más grande de todos era imposible de alcanzar, suponía caminar unos cuatro kilómetros más. Quedó pendiente para una caminata de expedición en el venidero 2020.

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