Ciencia

Un anticoagulante podría retrasar la aparición del Alzheimer

Científicos españoles analizaron los efectos del fármaco Dabigatrán para la reducción de la inflamación cerebral.

La Organización Mundial de la Salud estima que el Alzheimer es la forma más común de demencia. Según sus cifras, representa entre un 60% y un 70% de los casos, calculados en 50 millones de personas. De allí, la necesidad de buscar una cura para esta terrible enfermedad.

Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) de España revelaron un hallazgo que daría esperanzas a estos pacientes. Probaron un anticoagulante oral, recetado para enfermedades cardiovasculares, que podría retrasar la aparición del Azheimer.

El fármaco, llamado Dabigatrán y probado en ratones, logró reducir tres síntomas característicos de esta enfermedad: la inflamación cerebral, el daño vascular y los depósitos del péptido amiloide. Así lo destaca el estudio publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology.

Los investigadores se enfocaron en la afectación que causa en los vasos sanguíneos del cerebro la degeneración neurológica. Un aspecto olvidado por otros científicos, advierte el director general de CNIC y uno de los autores del estudio, Valentín Fuster.

Además, está convencido de que “las enfermedades neurodegenerativas están profundamente ligadas a la patología de los vasos cerebrales”. Por lo que considera que “el estudio del nexo cerebro-corazón en las enfermedades neurodegenerativas es el reto de la próxima década”.

Alzheimer
Los ratones fueron expuestos un año al fármaco.

Tratamiento para el Alzheimer

Este hallazgo “supone un avance importante para trasladar nuestros resultados a la práctica clínica y conseguir así un tratamiento eficaz para la enfermedad de Alzheimer”, afirma Marta Cortés Canteli, investigadora del CNIC y estudiante postdoctoral de la Universidad de Rockefeller de Nueva York.

“La anticoagulación con dabigatrán evitó el deterioro de la memoria, la hipoperfusión cerebral y la deposición tóxica de fibrina en el cerebro del ratón”, detalla el estudio.

Cortés Canteli explica que además optaron por un fármaco de acción directa “porque supone menos efectos secundarios”.

Y señala que de demostrarse que funciona en humanos se deberá desarrollar “un biomarcador para identificar a los pacientes con Alzheimer que tengan un elevado componente protrombótico para tratarles con este fármaco”.

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