Confirman que masajista que había denunciado a Kevin Spacey por agresión sexual está muerto

Uno de los hombres que denunció a Kevin Spacey por agresión sexual ha fallecido. Así lo señaló recientemente Hollywood Reporter, que aclaró que se trata del masajista con el pseudónimo de «John Doe». Este hombre llevó su caso con el actor a la justicia en septiembre de 2018.

La denuncia señalaba que los hechos ocurrieron en una residencia privada en Malibú. La versión de la víctima sostenía que Kevin Spacey, el reconocido actor de House of Cards, lo había obligado a tocarle los genitales dos veces. Ante esto, en mayo de este año la corte aceptó que comenzara la investigación a pesar de la objeción de Spacey por no saber la identidad del demandante.

No obstante, la situación dio un vuelco de un momento a otro. Recientemente la abogada de John Doe, Genie Harrison, confirmó que su cliente falleció. A pesar de que se le ha preguntado por la causas de la muerte, no ha revelado más información relacionada. Siendo así, el caso queda envuelto en un gran misterio.

¿Quién era «John Doe»?

John Doe era un denunciante que quiso mantener su identidad oculta para garantizar su seguridad. Poco se sabía de él, más allá del contacto que tenía con su abogada. Eso sí, la profesional reveló un comunicado hablando sobre el hecho:

Su muerte prematura fue, para su familia, un shock devastador que están luchando por procesar. Es algo tan reciente que aún no han llevado a cabo su funeral. Por responsabilidad profesional, notificamos al abogado de Spacey sobre el fallecimiento del Sr. Doe. Explicamos nuestra intención de permitirle a su familia más tiempo para superar su dolor inmediato y paralizante y comenzar a resolver sus asuntos antes de presentar un aviso de muerte ante el tribunal, lo cual es mi prerrogativa como su abogada. Spacey ignoró nuestra solicitud de compasión y compartió la noticia ayer sin nuestro consentimiento.

Ahora, si su familia quiere continuar el caso, tendrá 90 días para reemplazar a la víctima en posición de demandante. Sin embargo, se considera la posibilidad de tener que revelar su identidad para que sus «herederos» puedan asumir esta posición.