Facebook no es la plataforma más amigable del mundo cuando se trata de censura automatizada de sus contenidos; aunque eso pueda provocar el exilio injustificado de algunos de sus usuarios.
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Esa fue la historia justamente del profesor profesor Fréderic Durand, quien el 27 de febrero de 2011 vio su cuenta de Facebook desactivada. Todo «sin previo aviso ni justificación» luego de que publicara en su muro una foto de la célebre obra de Gustave Courbet, El Origen del Mundo, con un vínculo para a un reportaje sobre la historia del cuadro.
La finalidad de la publicación no era pornográfica bajo ninguna circunstancia. Pero Facebook actuó en automático y desterró a Durand. De modo que el caballero tomó acciones legales contra la compañía de Mark Zuckerberg.
En marzo de 2018, el tribunal encargado del caso reconoció una «falta» por parte de Facebook. Al ejercer «su derecho de rescisión» sin contactar previamente al afectado y explicarles las causas de su expulsión de la red social.
Esta base legal fue más que suficiente para habilitar un litigio que podría marcarle un antecedente incómodo y complicado a la plataforma. Así que el equipo legal de la empresa llegó a un acuerdo monetario antes de seguir avanzando:
Amante del arte desde hace años, el señor Durand anuncia que hará una donación conjuntamente con Facebook a la asociación Le M.U.R. (Asociación modulable, urbano, reactivo); con el objetivo de ayudarla a continuar su misión artística y cultural y a alcanzar sus objetivos.
Es lo que marca el equipo legal del afectado. Dando fin con ello a un pleito legal que se extendió por casi ocho años. Al final Mark Zuckerberg ayudará a hacer la donación.
A la par que Fréderic ganó una suma aún desconocida. Y todo por publicar una pintura en la red social.