Cuando se anunció la Xbox One, los miedos que generaba que el Kinect escuchara tus conversaciones y tu privacidad se viera comprometida era un tema.
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Ahora con el paso del tiempo, se reveló que las sospechas eran más que reales, incluso con el Kinect descontinuado.
Empleados subcontratados por Microsoft revelan que la compañía ha caído en las mismas prácticas que Amazon, Google, Apple, y otras, al «aprovecharse» de sus plataformas para que se pudiera «entrenar» a la inteligencia artificial de los asistentes.
Cuando se introdujo a la asistente virtual Cortana en la consola fue cuando empezaron los problemas, ya que según cuentan los que estaban a cargo, desde 2016 que hay personas reales tras varios de los comandos que le da la gente al sistema.
Lo más preocupante que relatan es que la mayoría de las voces eran de niños. Ya en julio de este año, Microsoft removió a Cortana de la consola, pero los datos minados y transcritos ya están en su poder, quizás sin consentimiento claro de las partes involucradas y con la certeza absoluta actual de que no se puede confiar en nadie.
Evidentemente Microsoft se escuda en que lo hace para mejorar el asistente, tal como todos los otros.