Ciencia

La bacteria más abundante en el Metro de Santiago es la que causa el acné

Un estudio al ecosistema microbial del metro en 59 ciudades del mundo arrojó sorprendentes resultados.

Es lógico que si pensamos en lugares de alta concentración bacteriana, pensemos en espacios húmedos, relativamente sucios, y a veces llenos de gente. ¿Y qué lugar calza mejor con esa descripción que una estación de Metro? Si bien el Metro de Santiago es considerado uno de los más limpios y ordenados del mundo, está lejos de ser un lugar sanitizado por completo.

Ante esa perspectiva, un grupo de investigadores de todo el mundo se decidió a hacer un mapa bacterial de los trenes subterráneos del mundo. El estudio, que fue publicado por LUN en Chile, es el resultado de cuatro años de investigación y toma de pruebas, donde participó un grupo de chilenos, comandado por el ingeniero en biotecnología molecular Juan Ugalde.

El grupo recorrió los accesos de 29 estaciones del Metro de Santiago recolectando muestras de superficies: pasamanos, escaleras, bancas y basureros. De las trescientas muestras recolectadas, 26 se enviaron a Nueva York para su análisis y secuenciado de ADN, con tal de identificar los diversos grupos.

Un núcleo de bacterias

Una de las conclusiones del estudio es sorprendente. Los microorganismos presentes en nuestro tren subterráneo son análogos a los de otros trenes sudamericanos, como los de Buenos Aires o Sao Paulo. Suena lógico, pero jamás se habían tenido las pruebas para aseverar con claridad dicha afirmación.

Por otra parte, los investigadores descubrieron un grupo o «núcleo» de 61 microorganismos, presentes en todos los servicios a lo largo del mundo. La bacteria más abundante en estas pruebas es el Cutibacterium acnes, la que está presente de manera usual en la piel de los seres humanos. Esta bacteria es la causa principal de acné cutáneo, y vive en los ácidos grasos del sebo secretado por nuestra piel de manera natural.

Para que no se alarmen: según varios expertos, la existencia de esta bacteria sobre ciertas superficies no es indicativo de un aumento del acné en la población. Lo que sí es preocupante es la capacidad de estas bacterias de compartir resistencia a los antibióticos.

Eso quiere decir que el Metro puede ser un ambiente propicio para que bacterias menos resistentes hereden de otras la resistencia a antibióticos comunes como la penicilina. Esta posibilidad es un objeto de estudio muy importante en el mundo de las bacterias, y evaluar su comportamiento en un bioma tan único como el del tren subterráneo viene a ser el próximo desafío a estudiar.

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