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Juegos de mesa retro: Recordando “La Gran Capital”

La Gran Capital es una de esas tantas versiones criollas del Monopoly. Para algunos una representación en un tablero de nuestra realidad capitalista.

El Monopoly es quizás el juego de mesa por antonomasia, la síntesis del sistema capitalista en un tablero y que tiene modelos locales replicados en casi todos los países del mundo.

Por supuesto Chile no es la excepción, y nuestro «Santiago del nuevo Extremo» también tuvo sus versiones criollas: «Metrópoli», «La Gran Ciudad» y esa joya llamada «La Gran Capital».

Reflejo quizás de una ciudad en pujante apogeo en la transición democrática, con el esquema de privatización naciendo, y con una configuración de centros de poder en calles más céntricas y menos cercanas al sector oriente.

La Gran Capital y lo que ha cambiado

Como buena versión local del Monopoly, «La Gran Capital» constaba de tarjetas con calles emblemáticas, servicios, empresas y lugares públicos, tarjetas de destino, y un banco.

El juego noventero y que incluso hoy se sigue vendiendo con casi las mismas tarjetas, tenía empresas y lugares como:

  1. Entel
  2. Estadio Nacional
  3. Alto Las Condes
  4. Hotel Hyatt
  5. Gasco
  6. Mall Plaza Vespucio
  7. CTC
  8. Chilectra
  9. Metro
  10. Aeropuerto Arturo Merino Benítez
  11. Estación Central
  12. Cárcel

Las principales calles presentes a su vez y sus precios en pesos chilenos eran:

  1. Irarrázaval ($ 3.000)
  2. Arturo Prat ($ 1.500)
  3. Estado ($ 5.000)
  4. Lira ($ 3.000)
  5. Portugal ($ 2.500)
  6. Gran Avenida ($ 2.000)
  7. Ahumada ($ 5.000)
  8. Av. Grecia ($ 3.500)
  9. Franklin ($ 500)
  10. Exposición ($ 1.500)
  11. Diez de Julio ($ 2.000)
  12. Matucana ($ 2.500)
  13. Av. Matta ($ 4.000)
  14. Puente ($ 4.500)
  15. Recoleta ($ 3.500)
  16. Carmen ($ 3.000)
  17. El Salto ($ 3.500)
  18. Bandera ($ 4.500)
  19. San Diego ($ 4.000)
  20. Providencia ($ 5.000). 

Además, casas y edificios se levantaban como capital inmobiliario, aún cuando el destino y el azar y sobre todo las hipotecas, podían hacer que la partida fuera millonaria para los participantes.

La mirada filosófica de La Gran Capital

Gonzalo Carrasco es Profesor de la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño, Universidad San Sebastián y escribió un ensayo donde habla de todos estos juegos que se asocian a la idea del Monopoly.

«Si bien Monopoly y sus variaciones locales son comúnmente referidos como juegos representativos del capitalismo, un análisis pormenorizado da cuenta de que el capitalismo que presentan ofrece anomalías o contradicciones que resultan interesantes de discutir. Por ejemplo, si bien la ciudad que se presenta es una urbe en donde las instituciones cívicas y el Estado se retiran de la esfera económica, el Banco – único mediador entre las negociaciones que se desarrollan al interior del tablero – nunca deja de tener liquidez. Asimismo, y en lo que tal vez resulta ser la contradicción más explícita del juego, todos los jugadores comienzan la partida en iguales condiciones. Un desajuste respecto a las condiciones reales del funcionamiento del capitalismo que resulta relevante, considerando que precisamente uno de los mecanismos de generación de la riqueza descansa en la existencia de asimetrías», sostiene.

Esta ensoñación de la igualdad y la capacidad de tener propiedades y poder adquisitivo, quizás es la mayor ventaja de un juego que poco tiene que ver con la realidad del 99% de las personas que alguna vez en la vida lo jugaron.

O sea, una experiencia más falsa que billete de Metropoli.

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