A través de diversos medios se ha dado a conocer la noticia de que el banco estadounidense Capital One fue víctima de un hackeo.
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El hecho es tan grave, dada la extensión de este banco en las tierras de Trump, que son más de 100 millones de clientes los afectados.
Los antisociales cibernéticos pudieron acceder a nombres, direcciones, teléfonos, fechas de nacimiento o ingresos e historial crediticio.
Las víctimas se extienden por todo Estados Unidos, como también en Canadá. Mientras tanto, el FBI dice haber agarrado a una sospechosa en Seattle, quien tenía una copia de la información robada.
En comunicado de prensa, Capital One estima que el gasto de este robo circula entre los 100 y 150 millones de dólares, en operaciones post hackeo.